
Sí, así, como leyeron, el ano carnavalesco es el de Ocaña, que vuelve, reconvertido en documental biográfico. Anarcomarica andaluza que fue Icaro, porque voló y llegó hasta donde le dieron las alas. Y antes que el fuego solar lo aniquilara, llegó muy lejos, tanto que su altura todavía merece recordarse, como lo hace Ocaña, la memoria del sol de Juan J. Moreno. Murió quemada pero todavía brilla y arde. Mi nota en el Soy da un poco más de información, y si pasan por el Festival de Cine Inusual sabrán días y horarios para verlo.
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