viernes, 28 de octubre de 2011

Graffiti Bridge


Habría que aislar a la película Contagio, estrenada ayer, para que no contamine al cine actual con su infecciosa forma de encuadrar, tan penosamente artistosa, y con esa imaginación paranoica tan típica del pensamiento de clase media estadounidense, pacato y solemne, xenofóbico y machista, que se repite en cada paso estético y narrativo. En esta ficción conservadora sostenida con un relato soporífero, hay un par de gestos ínfimos y brillantes (en los márgenes de los productos industriales de Hollywood hay siempre un filo que se hunde, de una manera u otra, en la fiebre contemporánea). El primer gesto a destacar es la actuación de Laurence Fishburne, que siempre es odioso y acá está querible en su íntima y cálida desesperación pasiva (además, tiene un sobrepeso más que apetitoso). Como yapa, se enuncia de taquito una impecable definición de bloguear en el mejor diálogo de una película más bien burocrática en sus parlamentos, que sí tiene buenos clips con música de consultorio de dentista del futuro. El periodista bloguer Alan Krumwiede, interpretado por el casi siempre insulso Jude Law, quiere entrevistar al Dr. Sussman, encarnado por Elliot Gould, quien lo rechaza con este argumento: "Bloguear no es escritura. Es graffitti con puntuación" (en el original: "Blogging is not writing. It's just graffiti with punctuation"). Estoy de acuerdo, pero le cambiaría el signo negativo con el que lo dice el científico. Si bloguear modifica el estatuto de la escritura, tanto como su forma de circulación, perfectamente podría no llamarse así porque opera en otros niveles. ¿Postear es escribir? Bloguear es otra cosa, o más bien es cualquier cosa, y por eso efectivamente es más parecido a manchar una pared en la calle, sin mucho más permiso y legalidad de la que habilitan la condición, la habilidad de la o el bloguer. En efecto, hace apenas días, decidí crear un blog sobre stencil graffiti en la vía pública, ni en museos ni en espacios privados, donde las palabras no delimiten las expresiones visuales. El puente entre el graffiti y el blog estaba trazado antes del contagio.
Eso sí, como personaje bloguer del cine prefiero a Julie Powell (Amy Adams) en Julie & Julia (2009) de Nora Ephron: ella enseña que leer y escribir es acción y, también, cuál es el gesto más genial para dejar en el libro de comentarios de un museo.

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