martes, 17 de mayo de 2011

Moonwalker


Miraba "El Club de Michael Jackson" por Canal 9, y quería bailar breakdance. Creo recordar que durante meses fue mi único objetivo. De lo que estoy seguro es de la ansiedad de cada lunes a la noche mientras esperaba que aparecieran los concursantes del programa que quebraban el cuerpo en esos videoclips en vivo, emulando algunos pasos del Rey del Pop. En esos días de los primeros ochenta, mil veces improvisé la caminata lunar: muchos recreos de mis años iniciales de la primaria, antes o después de cambiar figuritas de Titanes en el Ring, se concentraban en competencias improvisadas de breakdance. Unos años después, algún compañero se compró una videocassettera y me invitó a su casa a ver Los exploradores de Joe Dante, fue otro momento clave: descubrí la textura del cine casero, distinto al que trasmitía la TV, que era otra forma de pisar, rodar por un satélite, habitar la luna con la mirada sin usar telescopio. Todos esos recuerdos ochenteros, mezclados, los reviví en carne propia mientras filmaba, invitado como actor, el videoclip de "El rey del terror" de El mató a un policía motorizado, que ahora comenzó a rotar por la web. Y visto desde este presente, desde este punto de vista trasmitido por streaming digital, el mundo ese de los ochenta no parece tan extraño, tan lejano, sino que se presenta como una mera versión del presente, como un fragmento de youtube, que es un planeta que lo comprende todo, que no tiene satélites, porque el hipervínculo integra todo en una misma zona. Los b-boys que bailan en el video ni sabían qué era "El Club de Michael Jackson"; tenían derecho, habían nacido después de que el mundo soñara que alguien por fin nos había señalado, encendido el camino con su baile para poder pisar la luna por primera vez.