miércoles, 23 de septiembre de 2009

Fuego cruzado


Si bien se tiene por principal fecha de inicio de la Segunda Guerra Mundial al 1 de septiembre de 1939, y por eso en estos días los medios insistieron en recordar los 70 años de su natalicio, también se podría tomar al 2 de septiembre de 1945 como fecha de finalización, aunque pocos señalan este dato para celebrar algún tipo de aniversario. ¿Por qué los medios preferirán la fecha de inicio a la del fin? ¿El fin no justifica los medios? ¿Es una cuestión de principios?
Pero Quentin Tarantino prefirió otro camino para su hommenage a la WWII: fue a la raíces para reinventar el fin, en una nueva forma de plantear esos juegos temporales que son marca de su fábrica de pesadillas pop. Ya es sabido que a Tarantino siempre le gustó, como buen cinéfilo descentrado, poner patas para arriba al cosmos cinematográfico, mezclar tics modernos con gestos clásicos a modo de repaso a velocidad de fast-forward/fast-rewind del fuera de control remoto de sus ojos de videotape donde desfilaba la historia del cine mientras trabajaba en un videoclub. Con Bastardos sin gloria, a la primera ojeada, el amor de Tarantino por el cine europeo parece asaltar a la vista, y sí, es verdad, pero esto no es nuevo porque cierto impresionismo europeo ya delimitaba al neonoir de las primeros película (Melville y Godard, por ejemplo, eran tan fundamentales para entender su cinema of cool como lo son André de Toth o Sam Fuller). Además, agreguemos que el film noir es un invento de la crítica francesa para denominar a películas producidas por estadounidenses, y más que ningún otro estilo cinematográfico, marca y diluye la frontera entre el cine europeo y el estadounidense. Y si consideramos que el film noir se desarrolló alrededor de la WWII (para muchos teóricos su fecha de inicio es alrededor de 1941, con El halcón maltés) entonces adquiere más sentido que Tarantino vuelva a retomar este género-estilo-serie desde nueva película, luego de haberlo desarrollarlo en su tríptico inicial (Reservoir Dogs, Pulp Fiction y Jackie Brown). Como de alguna manera dice el siempre subvalorado Edward Dmytryk: la relación del film noir y la WWII es un duelo de balas cruzadas (a propósito, Crossfire es al film noir de posguerra lo que Bastardos sin gloria es al neonoir). Pero claro, como buen ejecutor del neonoir (pero nunca, nunca retronoir, ¡vade retro!), no esperen el canónico chiaroscuro, ni otros clisés del estilo visual retronoir porque Tarantino entiendió que el film noir no es una plantilla de elementos estilísticos sino un modo de (des)hacer cine. Pero igual la femme fatale está, claro, en versión neo y firme junto al cinéfilo que la quiera ver desfigurada, agigantada por el primer plano más bestial, explosivo y fatal que casi ninguna apocalíptica viuda negra tuvo en la historia del cine, y que equipara en potencia al fuera de foco vaporoso de la más inglorious Norma Desmond: I'm ready for my close-up.
En el número 208 de El Amante publiqué una nota sobre la última película de Tarantino y se la dediqué a otra neofemme fatale Pola Oloixarac. Y en su blog, Pola digitó-digitalizó partes de la nota.
Mil gracias por ese post tan cariñoso, Pola.

martes, 15 de septiembre de 2009

Súper 8 Volante


Hace más de dos décadas, la aventura estaba asegurada si uno iba al Italpark y se subía a la montaña rusa más peligrosa del mundo: el Súper 8 Volante. Una suerte de esqueleto metálico de dinosaurio que era transitado por su lomo por carritos muy parecidos a los autitos de los hermanos Macana de Los autos locos, y toda la diversión era tan cavernícolamente vertiginosa como la de esos dos personajes de Hanna-Barbera. El Súper 8 Volante era la hija menor de la otra montaña rusa gigante que estaba al final de parque, pero igual, era mucho más tenebrosa porque parecía un paseo menos seguro. Incluso, cuando años después vi por primera vez Entr'act, de René Clair, las imágenes de la montaña rusa de la carrera lunática del final siempre me hicieron recordar tanto a aquellos paseos adolescentes por esa bestial carcasa metálica del Italpark. Disculpen por el lapsus retro pero la cuestión es que por estos días el Súper 8 volvió al volante con una muestra programada por Andrés Denegri en el aniversario del Rojas, y se promete una experiencia con igual carga de vértigo. Es los próximos dos miércoles de este mes, en Corrientes 2038, y la entrada es gratuita. Se muestran películas de Gabriela Golder, Gonzalo Egurza, Gustavo Galuppo, Sergio Subero y Pablo Marín.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La terra laika


Ayer en la portada del sitio Terra, mi caripela aparecía al lado de la nota sobre el robo a Roberto Piazza y arriba de otra sobre el desnudo por descuido de Florencia de la V. Más que La terra trema, se trata de La terra queer. El jpg de mi cara ilustra una nota sobre la ley que permite adoptar a familias homoparentales en Uruguay, y está sacado de una entrevista que me hicieron para Telefe/Noticias.
Telefe sólo extrajo la parte donde hablo del caracter laico del Estado uruguayo y la necesidad de separar las leyes sociales de cualquier dogma religioso y de las ideas vetustas de familia, porque focalizaron la noticia desde ese lugar. Igual, claro, me parece bien ese enfoque porque soy militante en ese sentido y por eso me siento más rioplatense que argentino: la última semana santa viajé a Uruguay porque ahí es la semana del turismo, de la fuga, para huir de esa santificación oficial argentina de esos siete días. Y, además, siempre me gustó ser laica, sobre todo porque en parte me considero una perra lunática.
Acá pueden ver el clip del noticiero que colgó Terra. Y si miran con atención en los planos generales, cuando no hablo, detrás de mi cabeza, sobre el mueble de mi living, hay un muñequito de Patricio Estrella, el amigovio de Bob Esponja. Es mi solapado homenaje al gran dibujo animado subacuático que hace burbujas de amor por donde sea.
Gracias Naza Chong por el dato.

Nacionalidad impropia


Hablando de perras rusas, hoy en el suplemento Soy publicaron mi nota sobre el homoerotismo en las películas del cineasta Sergei Eisenstein. Por el final, adjudiqué erróneamente al director de fotografía Néstor Almendros la nacionalidad cubana. En realidad, Almendros es español y en el fin de su adolescencia se exilió en Cuba a causa del franquismo. Aunque fue director de fotografía de películas de distintos países, la obra como director de Almendros es de nacionalidad cubana o trata sobre Cuba, como el caso de Conducta impropia, y por eso siempre pensé que había nacido en la isla. La salvedad sea hecha.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Simpatía por el demonio


Kenneth Anger tiene varios títulos de nobleza infernal: es gurú del underground, pionero sofisticado en el uso creativo de la música en el cine, cronista del lado oscuro de la industria cinematográfica con Hollywood Babilonia, precursor del homoerotismo audiovisual, ocultista seguidor de Aleister Crowley, músico experimental, etc. Pareciera ser que Anger es muchos y, como el demonio bíblico, su nombre es legión.
Algunos de sus cortos se podrán ver en la muestra Abracadabra del CCMoca. Y para iniciarse en el culto luciferino de Anger también pueden leer una nota que escribí para Soy cuando decidieron hacerle una retrospectiva en el Contemporary Art Center de Nueva York.