jueves, 30 de julio de 2009

Love Lobato


Si bien Zulma Lobato se acercó a los medios con una denuncia, que transcribió el Suplemento Soy hace un par de semanas, la tendencia violenta al show de la degradación de la TV hizo de ella una suerte de blanco para la impune burla criminal más travestofóbica y gerontofóbica. Entonces salieron todos los males de la caja rayada catódica, pero sobre todo se volvió a aumentar la dictadura del peligroso modelo de belleza disciplinaria desde el que se piensa casi exclusivamente lo femenino en televisión. Zulma, en cambio, es un nuevo lenguaje en relación a la representación mediática de lo diverso, y por eso insistió en el verbo travestizar, en lugar del erroneo travestir, porque lo suyo es el neologismo, impulsando un importante desplazamiento semántico. Hay que seguir cada gesto del resistiré de Zulma Lobato para entrenarnos en otras sensibilidades sutiles y reveladoras. Por lo pronto, si alguien quiere incluir el pequeño banner de apoyo a ZL, que está en la columna la derecha de este blog, pueden descargar el código acá.

domingo, 19 de julio de 2009

Breviarios queer


El próximo martes 21, a las 19, en el CCEBA (Paraná 1159) se realizará "una aproximación a algunas producciones culturales argentinas que abordan las estéticas, los imaginarios y las problemáticas queer." Participaremos en la mesa Ayelén Brunet, y Marlene Wayar y yo, bajo la coordinación de Rodrigo Alonso. La actividad forma parte de una exhibición llamada "De la manifestación a la disco", donde se proyectan en continuo, en la misma sede del CCEBA, cortos argentinos y españoles. Entre los cortos locales están los reseñados abajo, de un texto publicado en el suplemento Soy. También está exhibiéndose el video catalán Actuació d’ Ocaña i Camilo, donde, además de las personas del título, actúa el historietista Nazario. Para leer sobre Ocaña, pueden chequear esta otra nota del Soy.

Aurora
de Albertina Carri
Pequeña historia de delirio amoroso, o más precisamente de amour fou, entre la mujer del título y una quesera de acero inoxidable recién comprada en un bazar (sí, leyeron bien, una quesera). Y las imágenes del corto son plateadas e inmóviles como la quesera, porque la estética está apoyada en una sucesión de fotografías en blanco y negro, con una narración con la voz de la protagonista, que remeda en parte la impronta de las antiguas fotonovelas. Si bien todo gira alrededor de un extraño estilo de comedia fetichista, que por el acento español de la protagonista incluso remite al universo de Luis García Berlanga, el eje central de Aurora está en celebrar una idea de máxima libertad a la hora de elegir el objeto amoroso.

Rainbow de Sebastián Freire
Para crear una yuxtaposición que engendra sugestivos rompecabezas visuales, Rainbow toma como punto de partida el mismo dato que dispara la película Stonewall de Nigel Finch: el doloroso duelo por la muerte de Judy Garland fue una de las causas de la rebelión queer del bar Stonewall del 28 de junio de 1969. Así, las imágenes del clásico camp El mago de Oz se proyectan sobre los cuerpos desnudos de dos jóvenes, generando su propia rebelión en un choque entre inocencia camp y nudismo homoerótico que se cristaliza en una serie de fotografías desafiantes. Al ritmo sereno de la versión de “Over the Rainbow” de Norah Jones, esta es una apuesta visual transformadora de los cuerpos eróticos y del imaginario pop de la cultura gay.

En el baño
de Cristina Coll
Una videoperformance intimista donde se expone aquello que la teoría de género y los estudios queer visibilizaron como conflicto de la construcción de la identidad. Una mujer reproduce, frente al espejo del baño, ciertos rituales masculinos a la hora de montarse para salir a la calle. Alimentando cierta ambigüedad con una mirada entre extrañada y documental sobre pequeños actos cotidianos (afeitarse, lavarse, vestirse), este corto registra la voluntad del cross-dressing como una práctica fronteriza entre el espacio privado y el público, al mismo tiempo que la idea de identidad de género se lleva a cabo a través de la performance, en una sabia cercanía ideológica a los planteos renovadores de Judith Butler.

Victorian Leather de Leandro Allochis
Estamos invitados a tomar el té leather en este video, donde una mesita de mantel estampado y un elegante florerito son el contexto ideal para una sesión donde cuerpos diversos entran en un diálogo ecléctico y fragmentado. Y, sobre todo, donde se dinamitan varios lugares comunes de la estética leather, porque acá no hay oscuridad sino luz diáfana y estridencia visual, y donde la mujer no está excluida sino que es parte del juego homoerótico entre varones, planteando incluso que un ovillo de lana de tejer pueda ser usado como un complemento de bondage. Pero, sobre todo, Victorian Leather encuentra una estampa estilizada que despliega desde otro punto de vista esa elegancia erótica propia de los amantes de cuero.

viernes, 17 de julio de 2009

Bang Gandolfini


En Rescate del Metro 123 vuelve James Gandolfini, y me parece que con unos kilos de más (o al menos mi mente perversa así lo calcula). O tal vez sea por el saco que le queda grande. Lo cierto es que no podía dejar de imaginar a Gandolfini en una de esas perfectas situaciones de shock erótico a las que El ósculo hirsuto nos tiene mal acostumbrados. Especialmente en una muy parecida a la del número 100 (¡Felicitaciones desde acá por la centena!): el polvo del año. El que bien empieza mal acaba: ¿a quién no se le escapó un tiro con la escopeta tan cargada? Bang Bang, estás enamorado.

Los reyes del falsete


Uno: Contando los días para que en agosto vuelva Peter Capusotto y sus videos, el otro día me acordé de uno de los pesonajes de la última edición, uno de los más divertidos pero poco célebre: Nelson Marotte, alias "Tentáculos", cantante punk apenado por ser blanco del rito de los escupitajos en los recitales. Y me acordaba porque la tradición del gargajo al cantante punk aún está vivita y coleando. Se pudo comprobar en el recital del martes pasado en Super Rock de CJ Ramone, Daniel Rey y Brant Bjork. No es que hayan escupido al ex bajista de Ramones, sino que al cantante de la última banda soporte le ensartaron un pollo bien potente, que en épocas de H1N1 vale doble. Después, el rercital de CJ, Rey y Bjork, en plan revival de la era Ramones, estuvo bastante bien, el lugar estaba hasta la manija y sin ninguna ausencia por la paranoia de la gripe A, y el pulso punk-rocket encontró su pico (al menos para mí) en Sitting in My Room, último track de Pleasant Dreams, que nunca fue compilado ni grabado en vivo, pero que merece un lugar entre los clásicos punk. Un merecido rescate. Y, además, en las pocas canciones que cantó Rey (Pet Sematary, por ejemplo) logró la cavernosa sensualidad vocal de Joey.
Dos: En el MOCA no se puede parar la música: el ciclo "Películas a máximo volumen" tiene seis programas de rockumentales, algunos precedidos por videoclips de Michael Jackson, el Rey del Falsete. Y si quieren leer más sobre "El extraño mundo de Jackson" visiten mi última nota de Soy.