¿Estuvieron el último día del Bafici 2004 en el Abasto? Ufffff, no saben lo que se perdieron. A mí me gustaría volver a vivir ese momento: la emoción en forma de comunión plenaria que sentí al ver a una horda de ramoneros protestar porque no había entradas para el rockumental End of the Century, sobre los cuatro de copas convertidos en ancho de basto con sus canciones-cohete que crearon el punk-rocket que largó chispas a lo pavote en la ya explosiva década del 70. La escena daba vértigo, y esa invasión al shopping confirmó la persistencia de lo que el website de la banda repite: Argentina es “Ramoneland”, parque temático punkrock donde desfilan la mayor cantidad de remeras con los nombres de Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy, formando un círculo de amistad. Y de eso trató siempre el culto Ramones y, justamente, de eso trataba End of the Century: de cómo las diferencias de los miembros de la banda mutaban en ruido punk que aseguró que la amistad no se diluyera y terminara convertida en una fuerza colectiva (idea seguida por el público con el baile ritual: el pogo, donde no sólo los cuerpos quieren fundirse entre sí, sino que también es un aprendizaje, en la vorágine, para mantener la solidaridad en el cuidado del otro, “para hacerle el aguante”).
2008 da revancha: y hoy late Too Tough to Die, rockumental de un recital tributo al, en ese entonces, agónico Johnny. Y la canción punk es la misma: este recital junta a un grupo heterogéneo de rockers bajo la batuta de Rob Zombie, tan ramonero militante que debería ser criollo. Y, con este recital collage, donde tocan desde los Dickies a los Red Hot Chili Peppers, se reafirma esa idea de que la turbina sonora de Ramones es la forma más amistosa de unión y fuerza. Y el vórtice de esa química implosiva es una banda Frankenstein, formada por, entre otros, el Sex Pistol Steve Jones a la guitarra y la voz-potencia de Henry Rollins (que es la cruza exacta de El Hombre Elástico y la Mole, dos fantásticos en uno).
¡Espero que (re)vuelvas, chico/a ramone!
2008 da revancha: y hoy late Too Tough to Die, rockumental de un recital tributo al, en ese entonces, agónico Johnny. Y la canción punk es la misma: este recital junta a un grupo heterogéneo de rockers bajo la batuta de Rob Zombie, tan ramonero militante que debería ser criollo. Y, con este recital collage, donde tocan desde los Dickies a los Red Hot Chili Peppers, se reafirma esa idea de que la turbina sonora de Ramones es la forma más amistosa de unión y fuerza. Y el vórtice de esa química implosiva es una banda Frankenstein, formada por, entre otros, el Sex Pistol Steve Jones a la guitarra y la voz-potencia de Henry Rollins (que es la cruza exacta de El Hombre Elástico y la Mole, dos fantásticos en uno).
¡Espero que (re)vuelvas, chico/a ramone!
Publicado en Sin Aliento. Diario del Festival, año 7, número 2, jueves 10 de abril de 2008.
Too Tough to Die: A Tribute a Johnny Ramone se exhibe este domingo 20 de abril a las 21:45 en el Cosmos, Corrientes 2046.
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