domingo, 30 de septiembre de 2007

Ventanas


Descubrí por accidente que mi cámara digital de fotos podía filmar. La había comprado en Barcelona sin ningún otro objetivo que fotografiar ese viaje. Recién en Buenos Aires apareció la posibilidad de registrar el movimiento. Lo empecé a hacer con la sola intención de registrar lo inmediato, y tras ver los resultados comencé a pensar combinaciones de imágenes. Así surgieron Rear Windows y ruta réquiem. No hubo, en ningún caso, algo parecido a un guión, ni las palabras o las ideas precedieron nunca a las imágenes. Simplemente una imagen fue generando otras imágenes, y luego se fueron incorporando ideas para poner alguna lógica a los registros. Este juego visual implicó en los dos casos distintas formas de ventanas que se abren a la imagen y al movimiento como materia suficiente para desplegar situaciones diversas. Ahora, gracias al FestiFreak los dos cortos se proyectan públicamente por primera vez en Argentina en una sección llamada Futuro, nombre que me sonroja y me enorgullece al mismo tiempo. Igual sensación bifurcada siento al pensar que ese gran festival haya programado mis cortos, que alguien escriba algo tan cariñoso en el catálogo y que La Plata sea el primer lugar en proyectar ambos videos.
Desgraciadamente no podré estar en ninguna de las funciones, que son muchas:
• Domingo 30 de septiembre / 16:00 hs. / Sala Polivalente
• Lunes 1 de octubre / 18:00 hs. / Sala Polivalente
• Martes 2 de octubre / 18:00 hs. / Sala Polivalente
• Domingo 7 de octubre / 16:00 hs. / Sala Polivalente
• Domingo 7 de octubre / 17:30 hs. / Sala Polivalente
• Domingo 7 de octubre / 20:00 hs. / Sala Polivalente

viernes, 28 de septiembre de 2007

Fassbinder Freak


Mañana empieza el FestiFreak en La Plata. Con ese nombre no podían dejar de pasar Fassbinder. Y acá va el texto que escribí para el catálogo.
Importa poco que las 41 películas en 13 años que dirigió R. W. Fassbinder (1945 - 1982) sean un record, lo fundamental es que él construyó una Historia del cine paralela, autárquica, una que sólo se podía generar al límite de las convenciones y jerarquías artísticas, sociales y políticas y, sobre todo, al límite del mercado. Y, conviene aclarar, que pararse en el límite es lo que le permitió ver con plenitud ambos lados. Por eso, nadie fue tan consecuente con una política de puesta en escena que nos encerraba en un mundo impropio que, al mismo tiempo, refleja con precisión éste que ocupamos. Porque Fassbinder es el cineasta del espejismo y del espejo, de la reflexión y del reflejo; y, con toda coherencia, fue quién llevó a un alto nivel crítico aquella potente idea de su caro Douglas Sirk: “Lo interesante de un espejo es que no te muestra tal como eres, te muestra tu propio opuesto.” Hace veinticinco años que murió, pero Fassbinder dejó en testamento unas decenas de películas que le declaran todavía la guerra a la pacatería estética, a la moral estúpida, a la mediocridad sexual: aunque con una sola alcanzaría para ganar todas las batallas.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Dancing Queer


La garra del oso deja su huella indeleble sobre vinilos y compactos. Porque él no necesita una púa, sus uñas filosas son las antenas adiestradas para sacar la música indicada de cualquier disco. Así, con el impulso de la bestia sonora toda pista ruge. Hablo, claro, de las habilidades de DJBEAR, el hombre-oso que es la caja de música de Pandora. Si todavía no lo oyeron en la disco-templo rosarina Gotika, ni lo bailaron en alguna Marcha del Orgullo LGBT de Buenos Aires, pueden pasar este viernes por Amerika (Gascón 1040, esq. Córdoba). El segundo viernes de esta primavera puede terminar muy agitado gracias a los sets de Electro House de DJBEAR como Special Djs Guest. Oír para creer. Y bailar.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

La viva imagen


El odio por los mimos tiene una larga historia. Woody Allen la explicó perfectamente desde el capítulo "Para acabar con los espectáculos de mimo", en su libro Cómo acabar de una vez por todas con la cultura (escrito en tiempos donde la inteligencia y el humor en mezcla milagrosa no era algo extraño en la mente de WA). Tal vez la máxima representación cinematográfica de ese odio casi ancestral está en una de las primeras secuencias de El día de la bestia de Alex de la Iglegia, cuando el cura interpretado por Alex Angulo empuja a un mimo en las calles de Madrid. En televisión, como siempre, Diego Capusotto hizo lo propio para representar la violencia hacia los mimos. Este odio tal vez provocó la progresiva extinción de los mimos en el ámbito urbano, pero como suele pasar, nada desaparece sino que se transforma. Ahora, las estatuas viviente son sin duda las herederas del arte de la pantomima odiosa, prolongando cierta forma de disgusto contemporáneo. Y ya hay signos de odio. En cine, por ejemplo, está la primera escena onírica de Sangre de Pablo César: un grupo de personas sale de un centro comercial y descuartizan a una estatua viviente que está parada en una peatonal. Y en Ciudad de María de Enrique Bellande, el fenómeno del show religioso de la ciudad del título, invadida por el catolicismo, desemboca en una mujer que hace de estatua viviente de la Virgen María, en busca de la limosna de los fieles (el perfecto show hereje, creado por la película, acabó con la intervención policial). Sin embargo, ahora parece que hay una legitimación académica de la estatua viviente: la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales hace un concurso de estatuas vivientes, y según dicen los afiches callejeros, el premio es para el público que asiste al concurso. Nos premian por soportar tanta poca creatividad. Así quieren fomentar el amor y no el odio por las estatuas vivientes, pero lo único que consiguen es generar más desconfianza frente a esta disciplina desagradable.

sábado, 22 de septiembre de 2007

Música en Libertad


Además de un programa sobre las múltiples definiciones del rock, Peter Capusotto y sus videos es una de las enciclopedias iconoclástas más desopilantes, deformes y libertarias que existen, que compite por el primer puesto al mejor programa de TV con el Flying Circus de los Monty Python. Acá van dos entradas de la enciclopedia:


Libertad es solamente una calle donde uno compra el pasacassette que te chorearon el día anterior.


Vos que todavía creés en el Príncipe Azul: está azul porque está muerto.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Levantar la cortina



Para concluir un perfectamente oscuro día de la primavera, nada mejor que toparse con una cinegrafía libre del granadino José Val del Omar, que nos recuerda al principio de ese páramo del espanto llamado Fuego en Castilla las palabras que escribió Federico García Lorca:
En España, todas las primaveras viene la muerte y levanta las cortinas.
La obra del gran Val del Omar fue exhibida hoy en el taller que Eugeni Bonet realizó en Buenos Aires.

Espalda rota


No había manera mejor para comenzar la primavera que viajar velozmente a La Plata a medianoche, murciélago blanco en vuelo por autopista, para caer en un recital de El mató a un policía motorizado. Y aullar, claro, la canción obligada:
Vienen bajando las multitudes inquietas. Con su espalda rota en los festejos de primavera.
Retrato perfecto del estado en que quedamos todos después de un pogo espacial. La canción se hizo cuerpo, como debe ser.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Ford 1.0


Se comenzó a cumplir el deseo. El malba vuelve a programar Tiro fijo, la primera película de John Ford.
A pesar de no ser fordiano (en realidad los westerns que más me gustan no son de él) es recomendable ver al adusto Harry Carey en esta película filmada hace noventa años que dibuja, con pelos y señales, todas las intensidades que el western va a desarrollar a lo largo de su historia.

sábado, 15 de septiembre de 2007

Al diablo con Marx


En House of 1000 corpses (2003) de Rob Zombie los personajes endemoniados eran bautizados a partir de un reservorio marxista: sus nombres estaban clonados de los personajes de Groucho Marx en varias de sus películas de las décadas del 30 y 40. En cierta medida, el clown macabro interpretado por el viejo y peludo Sid Haig en la película de Zombie es una recuperación del humor negro y anárquico de los hermanos Marx. Pero también sólo con ver la masacre final de Animal Crackers (1930) se puede comprobar como los Marx son un antecedente directo de la hiperviolencia del cinéfilo Zombie. En la saga The Devil's Rejects (2005), Zombie va más allá: la imagen de Groucho Marx aparece explícitamente como una posible pista, la policía detecta que los nombres de los asesinos satánicos están sacados de los personajes de los Marx y convoca a un crítico de cine para tratar de encontrarlos. El crítico resulta ser un erudito en los hermanos Marx y protagoniza una de las escenas más graciosas de toda la película.
En otra película satánica también había una referencia a Groucho. El teniente William F. Kinderman, interpretado por Lee J. Cobb en El exorcista (1973), es un cinéfilo que invita al cura Karras a ver una película basada en "Otelo" y protagonizada por Groucho Marx. Esa cita es un chiste interno porque William Peter Blatty, el escritor de la novela original y el productor de la película, había ganado diez mil dólares en el programa televisivo "You Bet Your Life" conducido por Groucho Marx. Y gracias a ese premio se pudo dedicar a escribir la novela que después terminaría filmando William Friedkin.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Osofilia


De niño explotaba de felicidad cada vez que podía abrazar a un oso. Cuando creció no pudo abandonar la maldita costumbre.
Y así estamos...

martes, 11 de septiembre de 2007

Sueños agradables


En los últimos siete años, Alain Guiraudie dirigió tres películas; no es un mal promedio considerando que, con algunas excepciones célebres (Fassbinder, Godard, Raoul Ruiz), el ejercicio del libertinaje creativo y la continuidad en la producción cinematográfica nunca se llevaron demasiado bien. Es que el onirismo político de Guiraudie tal vez sea lo más desconcertante de la última década del cine francés.

Ce vieux rêve qui bouge /That Old Dream That Moves, Francia, 2001, 50'.
Jacques es un obrero contratado en la etapa terminal de una fábrica semiderruida, que le confiesa su amor a su capataz pero no es correspondido; paralelamente, otro obrero, un hombre robusto y casado, trata de conquistar a Jacques sin fortuna. En el último día de trabajo se revela que el triángulo de amor bizarro no se concreta. El cierre de la fábrica coincide con el fracaso del triángulo: el fin del mundo del trabajo es el fin del deseo. De esta manera, el film explora una desintegración laboral y sexual, con una tristeza medular, que se transforma en la representación de un microapocalipsis lento sostenido con sequedad y algo de humor que surge de sus planos con cara de póquer. Porque el espacio cinematográfico está moldeado casi exclusivamente con planos generales fijos y distantes, con una insistencia en señalar el fuera de campo, para potenciar la incomunicación entre los personajes. Por ejemplo, el capataz aparece en el filo del encuadre para observar al obrero homosexual y luego se retira sin decir palabra, como si una fuerza extraña lo empujara a salir del plano. Esa escena se repite y genera un suspenso voyeur en el interior de cada encuadre, como si la mirada tratar de encontrar en esa perspectiva que se abre en la imagen alguna señal sentimental de los personajes. No es un detalle menor en la película la acertada inclusión de personajes y situaciones que no circulan en el imaginario gay mainstream y que, además, se propongan ecos eróticos en cuerpos de obreros canosos, gordos, robustos y velludos que rara vez son representados como físicos deseables o sexuados.

Pas de repos pour les braves /No Rest for the Brave, Francia, 2003, 107'.
La premisa narrativa es sutil y paradójica: un joven sueña que si vuelve a soñar morirá, por eso está condenado a una vigilia eterna para sobrevivir. Pero, para no perder la dimensión onírica, el joven convierte su vigilia en sueño. Así, la película desempolva magia pura para corroborar la gran máxima de Macedonio Fernández: no toda es vigilia la de los ojos abiertos. Y Guiraudie, fiel a su enrevesado universo, escapa a todo lugar común de la representación de sueños lúcidos o relatos oníricos. Por ejemplo, un excelso cover de Pretty Vacant de Sex Pistols se transforma en un remolino sigiloso que en su envión arrastra a un personaje que ve como el mar se traga a su amante, viaja en avión por tierra y acribilla a un pueblito entero del sur de Francia. Todo este descontrol contado con una alegría desbordada, porque ante todo esto es una comedia. Y no hay tristeza ni claustrofobia al estar atrapado por un sueño vivo o por la locura. Porque el hallazgo de Guiraudie es que la demencia se parece mucho a la versión más feliz de la libertad total: una bufa narcolepsia existencialista.

Voici venu le temps /Time Has Come, Francia, 2005, 92'
Guerreros y cautivas, terratenientes y campesinos, todos pasajeros de Obitania, el paisaje rural donde se ubica otro extraño sueño lúcido de Alain Guiraudie. A partir de un realismo anacrónico, mostrando la otra cara del particular estilo onírico desplegado en su primer largometraje, Guiraudie mantiene sus fetiches autorales con una visión tan compacta como intransferible. Entre un nonsense medieval cercano a los Monty Python y una sucesión de encuentros homoeróticos de una virilidad laxa, el guerrero Fogo Lompla se debate entre trabajos por encargo y deseos carnales quiméricos. En Obitania, la economía tiene una lógica tan insólita como el sexo, y todo se disuelve en una trama de intrigas que de tan explicada se torna absurda. Rimamba, uno de los sujetos amorosos del protagonista, dice: “He soñado con una máquina imposible, pero que es posible desde que la soñé”. Eso es el mundo de Guiraudie: una máquina de cazar los sueños posibles más libérrimos e impropios del cine actual.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Calle salvaje


- No me gustan sus labios; son rectos, como los de alguien que jamás ha mentido. Quiero enseñarle a mentir, para que sus labios se vuelvan bellos y sinuosos como los de una máscara antigua.
Oscar Wilde de André Gide.

Anarchist Sexual Stencil: Parte I

domingo, 9 de septiembre de 2007

Rock cartonero


Olvídense de Sid Vicious cantando My way a grito pelado. Con la misma energía demoledora de los mejores covers destructivos y luminosos del punk, Willy Polvorón hace su versión de Let it be de Lennon/McCartney como si la cantara un gato estrangulado. Pero si todavía no conocen a este adalid del rock cartonero, heredero de cierto espíritu humorístico de los 80 y flamante abogado, este mes tienen un doble programa para iniciarse. En el Rojas se proyecta el documental Sueños de polvorón, de Gabriel Alijo, donde WP y Mariano Etchenique, su manager tesonero, nos "dicen que al tinto de la música popular hay que tomarlo sin la soda del prejuicio intelectual, porque así pega más” (Agustín Masaedo dixit). Y, tras la proyección, Willy Polvorón hace un recital demencial, donde baila algunas de sus canciones con movimientos similares a los del aquagym. Además, si tienen suerte, también hará una teatralización de su cover de Let it be que puede estar entre lo más inverosímil que se pueda ver sobre un tablado. Todo esto sucede en la sala Batato Barea, y no podía ser de otro modo.

viernes, 7 de septiembre de 2007

El espía que amo


En la pantalla de un televisor Barbara Stanwyck y Fred MacMurray dialogan un Pacto de sangre (Double Indemnity, 1944), ese monstruo del film noir, de la performance seductora de la femme fatale, del guión de Raymond Chandler (des)haciéndose James L. Cain, de la perfección de Billy Wilder que juguetea con ser Alfred Hitchcock. Sobre Pacto de sangre se imprime el título "Un film de Brian de Palma". Sobre ese mismo televisor se refleja el cuerpo en colores de alguien, en contraste con la pantalla blanco y negro; el naranja del reflejo hace intuir la piel desnuda. Un travelling acelerado revela que la espectadora televisiva tiene su espalda descubierta y está recostada en una cama. El momento cotidiano, vulgar, de mirar TV sobre la cama se transforma en la estampa de una intimidad extrema. En un movimiento violento, el de la cámara (el del cine), todos nos convertimos en voyeuristas; pero no cualquier tipo de voyeurista, sino expertos en el arte de espiar. Porque somos mirones conscientes (sabemos que estamos viendo una ficción), mirones al cuadrado (espiamos, al menos, dos ficciones superpuestas, dos cuerpos que se reflejan, se duplican) y mirones historiadores (sabemos cuál es el pasado de esa ficción, cuál es el germen, cuál es su historia). En definitiva, somos los privilegiados cómplices de Brian De Palma. Porque como se dijo, y como no podría ser de otro modo, esto sucede en los primeros segundos de un film de BDP. Aunque, en sentido estricto, deberíamos decir que es un trailer de un film de BDP. Porque estas virtuosas imágenes son las que inician el trailer excéntrico de la película Femme Fatale (2002), realizada por el creador de Hermanas diabólicas, Doble de cuerpo y Demente. Pero, cabe aclarar, este no es de esos trailers donde un locutor pomposo enuncia los valores de la película mientras desfilan fracciones de imágenes que resumen los highlights. La primera diferencia de este trailer internacional de Femme Fatale (diferencia muy tangible al compararlo con el trailer que realizó Warner Bros. para distribuir la película en EE.UU.) es que en un cartel final se lee "Usted recién ha visto el nuevo film de Brian De Palma". Sí, no vimos el trailer, vimos el film. Si un trailer, en términos generales, es una forma de espiar una película, un trailer de Brian De Palma tenía que ser la manera más gigantesca de espiar, la forma suprema del peep art. Y este lo es: acá el ojo de la cerradura no es una demarcación de la mirada, sino una llave maestra para abrir el juego completo. Y esa es la gran ambición cumplida de este trailer: no mostrar una parte sino mostrarlo todo. Y no sólo debe ser uno de los trailers que más imágenes tengan de la película, sino que el acto de espiar se realiza de la manera más amplia. Por eso hay cámaras lentas y aceleradas, planos fijos y travellings, pantallas divididas, imágenes en positivo y negativo, cámaras subjetivas, imágenes en movimiento y estáticas, es decir, las múltiples maneras cinematográficas de espiar. Un voyeurismo sin límites, veinticuatro veces por segundo, más veloz que la nuestras restringidas retinas. Porque espiar, mirar, filmar para BDP no es un acto singular, es una pasión plural.
La segunda diferencia con todos los trailers que hemos visto es que este está aparentemente firmado por una tal Sonia (¿un trailer de auteur? ¿El seudónimo de De Palma cuando se transviste de femme fatale?). La firma lo hace, más que un trailer, un ejercicio de found footage, una obra elaborada a partir de fragmentos de otra (una operación claramente depalmiana). O es que, tal vez, esa Sonia quiso hacer un gran homenaje a De Palma y, como los mejores homenajes, por eso se convierte en una lectura, es decir, una visión iluminadora de la lógica de la obra del otro. François Truffaut escribió que durante el homenaje a Hitchcock de la New York Film Society se proyectaron unas secuencias de montaje de distintas escenas de las películas del maestro del suspense. Tras la ovación del público, Hitch sólo dijo: "As you have seen on the screen, scissors are the best way" ("Como han visto en la pantalla, las tijeras son la mejor manera"). La frase, dijo Truffaut, tenía un doble sentido: se refería a los cortes del montaje y a la escena del asesinato con tijeras de Grace Kelly en La llamada fatal (Dial M for Murder, 1954). Del mismo modo, en una escena del trailer, Rebecca Romijn-Stamos juega con unas tijeras sobre el cuerpo de otra mujer, en un flash de sensualidad lésbica. Como también sostenía Truffaut, en Hitchcock las escenas de asesinato parecen escenas de amor y viceversa. Como bien muestra el trailer, en De Palma las escenas de asesinato son escenas de amor (a la escritura cinemática, a la historia del cine, al espectador cinematográfico). Sí, todo eso, porque el trailer de Femme Fatale trasforma a la promoción de una película en un arte voyeur. Este es el Psicosis, el Pacto de sangre, el Sed de mal de los trailers: un viaje afiebrado al núcleo de la pesadilla, a la epifanía de la imagen audiovisual, a la magia de la mentira, al corazón del cine.
Una primera versión de este texto fue publicado en El Amante N° 138.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

ASS - Manifesto

Anarchist Sexual Stencil

Nada entre cuatro paredes
Todo en público

Out of the closet and into the street

Asaltemos Sentidos Sociales

We're here, we're queer

La ciudad del pecado

Contra el cielo
La dicha, eterna y atemporal, no es la recompensa que busca el hombre. No lo diré en voz alta, porque una creencia predilecta del hombre es su apego a esa felicidad que invariablemente desdeña; por eso le conviene creer en una felicidad ulterior: no tiene que detenerse y probarla; puede entregarse a la áspera y amarga tarea que alegra a su corazón; y sin embargo puede encantarse con este cuento de hadas de una eterna reunión social y disfrutar de la fantasía de que él, a un tiempo, es él y es otro, y de que se reunirá con sus amigos, todos planchados y castrados, y sin embargo amables –como si el amor no se alimentara de los defectos de la persona amada.
R. L. Stevenson, Letters, III, 2 de enero de 1886

Life in Hell

Ni planchad@s ni castrad@s: defectuos@s

Queer as Freak

L@s buen@s van al cielo, l@s mal@s vamos a todos lados

Love is in the Air-Spray

Todo es futuro ahora

Have a Gay Day

martes, 4 de septiembre de 2007

ruta réquiem


ruta. (Del fr. route, y este del lat. rupta, participio pasivo de rumpere ‘romper’. De la familia etimológica de romper). 1. f. Rota o derrota de un viaje. 2. f. Itinerario para él. 3. f. Camino o dirección que se toma para un propósito. 4. f. Carretera.
réquiem. (Acus. de sing. del lat. requies, descanso). 1. m. Composición musical que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él.

ruta réquiem
Argentina, 2007
Color, 3'
Realización: Diego Trerotola