viernes, 26 de diciembre de 2008

Club Atlético Motorizado


En la celebración del fuego todos/as somos motorizados/as. Rara comunión plenaria en los recitales donde arden pirotécnicos los ruidos entre la destrucción total y la pasión por el renacer de la galaxia. Siempre que no estamos lejos, en otra galaxia, estamos ahí: comulgando entre todos/as, en los pogos paganos más mezclados. Ahí germinó una banda, entre un público que quiere ser musical y deportivamente ritualista. Y, de alguna manera, pertenezco a esa banda sin carnet, sin cuota al día, como me pasa en casi todas las bandas a las que pertenezco (como buen seguidor de la filosofía marxista: "No deseo pertenecer a ningún club que acepte como socio a alguien como yo"). Igual, el cariño, la hermandad espacial, existe entre todos/as, cuando abrazados sin conocernos aullamos cualquiera de esas canciones que nos hacen tanto mal que por bien no venga. Y como el cibernauta voyeur que soy, encuentro todos esos gestos virtuales que hacen del mundo algo más habitable (como estas palabras de elpanicplay en el flog de la banda).
La foto de arriba, que pertenece al último show del Marquee de este diciembre final, es de Brixie, otra de la banda, con quien no tengo el gusto pero que intuyo que alguna vez le di algún topetazo sin saberlo, provocando algún fuera de foco, alguna foto corrida, entre las tantas que obtiene de su obsesiva pulsión por el click digital con que retrata cada movimiento motorizado. Y si quieren investigar a los/as miembros desmembrados de la banda de Él mató a un policía motorizado, lo pueden hacer en este link de Vienen Bajando, el sitio creado por Mariano, otro bandido, con quien sí tengo el gusto.

viernes, 12 de diciembre de 2008

A la luz de la catástrofe


Voy a subir al techo a ver, admiraré el desastre bajo la luz de la luna gigante.
Mi próximo movimiento
Él mató a un policía motorizado

Algún recorrido posible de las historias del cine (el plural de historia es puramente godardiano) debería poder seguir los intentos de distintos cineastas por destruir el cine. Cineastas de impulsos criminales, francotiradores audiovisuales que, en lugar de seguir perpetuando una estética, una lógica, una esencia cinematográfica, quisieron arruinarla, aniquilarla, asesinarla. Godard, claro, es uno de los principales autores de estos crímenes, en parte un cómplice modesto del terrorista Guy Debord, quien alguna vez afirmó que quería asesinar al cine porque era más fácil que asesinar a un transeúnte (y lo logró en alguna de sus antipelículas más incendiarias). Así de oscuros son algunos creadores que usan la destrucción con forma expresiva-explosiva, que incluso llegan a hacer estallar literalmente las películas. Y, en este sentido, si se escribiese tal recorrido por la historia de la destrucción cinematográfica, algunas páginas deberían estar dedicadas a los finales de películas como Irma Vep de Olivier Assayas y Two-Lane Blacktop de Monte Hellman, o a cualquiera de los cortos del austríaco experimental Peter Tscherkassky, especialmente su Trilogía en Cinemascope. Momentos todos estos en los que la destrucción de la película proyectada se convierte en pirotecnia audiovisual, de ésa que además de encandilar llega a iluminar nuevas posibilidades de entender la imagen y el cine en general. Mi máximo ejemplo en este sentido es Gremlins 2, de Joe Dante, un catedrático de la destrucción (ver en EA 79 una nota sobre una de las últimas películas de Dante sabiamente titulada "Rompan todo"). Mientras se desarrolla una escena de caos masivo perpetrado por las extrañas criaturas de Gremlins 2, se comienza a quemar el celuloide de la película hasta que la luz blanca del proyector invade toda la pantalla. De golpe, los gremlins comienzan a hacer sombras chinescas sobre la pantalla blanca como si estuviesen en la cabina de proyección tras haber destruido la película. Así, en ese momento, el cine se convierte en un teatro de sombras grotesco, primitivo, absurdo, antinarrativo: la imagen fílmica sale del realismo fotográfico para encandilar con otros sentidos, con otra superficie visual. Y el falso accidente para Dante se vuelve un giro radical, pero con la premisa de que el espacio generado por la ruptura debe ser el atajo para salir a jugar, la destrucción es siempre diversión. Y Robert Rodriguez parece haber aprendido de ahí una de las tantas lecciones de los gremlins, para escribir la última gran aventura dantesca en la destrucción del cine: Planet Terror.
Fragmento de mi crítica publicada en El Amante 199.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Jesus not Dead


www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
cómo va el disco nuevo?
Santiago dice:
tengo que dejar el disco en la fábrica mañana antes de irme
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
uffffff, contrarreloj
Santiago dice:
tenemos que ir a buscar el master saliendo de capital al norte, y llevarlo a lanús
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
cruzar épicamente toda la capital
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
bueno, es un trip hasta el fin del mundo, porque si algún lugar puede ser el fin del mundo es lanús
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lo digo por experiencia, me crié en lanús
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
lanús es medio apocalíptico
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
es el más allá
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o al menos algunas zonas
Santiago dice:
jajaja
Santiago dice:
qué miedo
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
che, el recital de Jesus and Mary Chain estuvo muy alto, la verdad que los tipos envejecen con una dignidad que es envidiable
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
some candy talking fue el momento más alto en un recital de mi vida
Santiago dice:
a mi me volvió loco, como que
Santiago dice:
tocaban re sueltos, no les importaba nada
Santiago dice:
y esos temas,
Santiago dice:
todo bien salvaje pero un poco elegante
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, claro, eran sobrios y sueltos, un tipo de informalidad sin pose rock
Santiago dice:
claro
Santiago dice:
fue increíble verlos, ya con verlos y que no sean fotos, yo con eso ya estaba hecho
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, la elegancia es sustancial, elegancia pero no estilización
Santiago dice:
jeje
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para mí la única falla fue que head on la tocaron muy pronto, fue segunda canción, y todavía era de día y no había clima, es una canción que necesita clima
Santiago dice:
jaja si, posta, que sea de día era medio bajón
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igual fue increíble cómo oscureció con ellos tocando
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
como si llamaran la noche
Santiago dice:
jaja que bueno
Santiago dice:
escribite una reseña que la pego en mi pieza
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
jeje, el que tenés que escribir la reseña sos vos, que hiciste el mejor cover de Head on
Santiago dice:
je
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
para mí lo mejor del recital fue el pifie de las introducciones un par de veces
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
esos errores fueron hermosos, fue como una rebelión de los instrumentos
Santiago dice:
jaja siii!
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
como un ruido que no se puede domesticar, que sale y se va para cualquier lado
Santiago dice:
como que esas cosas, hacen todo más real
Santiago dice:
como que una banda tan importante en la historia, hace cosas de banda colgada
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, que los tipos están vivos, que no son el robot con la canción programada
Santiago dice:
claro, pero rompe una brecha, como que..
Santiago dice:
es lo mismo tu banda que U2, son dos bandas de rock
Santiago dice:
u2 tiene millones de producción a la hora de un show, y los demás no
Santiago dice:
pero estos chabones van tocan sus canciones zarpadas
Santiago dice:
y si se equivocan se equivocan, arrancan de nuevo, no dejan de ser zarpados y gigantes
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, claro, eso, los mejores tipos que rockean son los que nunca pierden la idea de zarparse, pero sin hacer de eso una pose, sino que se transforme en canción indomable
Santiago dice:
claro
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
para mí era lo más opuesto que se podía ver a Offspring, que son los tipos que domestican el punk hasta hacerlo inofensivo
Santiago dice:
me siento identificado con ese salvajismo.. de hacer ruidos entre tema y tema.. el loco probaba la guitarra
Santiago dice:
y eso me enamora, no puedo resistirme
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, eso era genial, pedaleaba entre canción y canción
Santiago dice:
jaja se
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
como que no se desaceleraba en las curvas
Santiago dice:
que buena esa frase
Santiago dice:
jajaj, sin desacelerar en las curvas
Santiago dice:
puede ser un estribillo letal
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
jeje
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
hoy pensaba una metáfora motorizada para definir el recital de Jesus: es como ir en la ruta en auto a los pedos sin perder la visión lúcida, pudiendo ver perfectamente el paisaje al costado, y de pronto, distraído por el paisaje, chocás contra un camión y salís ileso, y ya no necesitás la velocidad del auto y te vas caminando, más sabio, con la experiencia esa como redención
Santiago dice:
que bueno eso para un video
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
sí, a veces pienso la música con imágenes, somos de la generación formateada por el videoclip
Santiago dice:
imagino el choque en super cámara lenta, todas las partes desarmándose.. y el loco saliendo ileso
Santiago dice:
va como piña, jeje
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
como Robocop saliendo entre el fuego de la estación de servicio ardiendo
Santiago dice:
jajajaja
Santiago dice:
la narpie de Robocop bajando del auto, qué lindo
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
esa imagen es perfecta, sí, claro
Santiago dice:
están haciendo una remake, viste?
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
no, no sabía
Santiago dice:
robocop 2000 algo así
Santiago dice:
o robocop 2010, no me acuerdo

sábado, 15 de noviembre de 2008

Fórmula alquímica


Rumbo al XXIV Concurso Nacional de Cine y Video Independiente de Cipolletti, al bajar del micro en la estación rionegrina de General Roca con Ezequiel Acuña, descubrimos un pub/restaurant/boite de nombre exquisito: "merlot y besos". Como si se tratase de una conjunción ensoñadora, como si fuese una fórmula alquímica coreada en el bolero más secreto, esas dos palabras nos hicieron fantasear durante todo el festival, pero las obligaciones profesionales y la distancia entre Cipolletti y Roca no nos permitieron visitarlo para, por lo menos, mojarnos los labios con su promocionado trago 007 o disfrutar de las "tres horitas felices" que prometen en el sitio oficial. Otra vez será. Nos queda el recuerdo digital de Magdalena Arau que encabeza este post, quien a diferencia de nosotros pudo capturar una estampa de ese edificio geométrico que ya es parte sustancial de nuestra fantasía más dionisíaca.

sábado, 1 de noviembre de 2008

La dicha en movimiento


Como el orgullo se demuestra andando, hoy, desde Plaza de Mayo a las 15 horas, se va a realizar la XVII Marcha del Orgullo LGTBT. Habrá recitales de Sr. Tomate y Javi Punga en Plaza de Mayo y después, alrededor de las 18 horas, todos a la Plaza Congreso. Eso nada más, y qué tengan feliz día del Orgullo LGBT.
Y a los que quieren saber por qué marchamos, en el último suplemento Soy algunxs lo explican.

domingo, 26 de octubre de 2008

La muchachada de abordo


Los grandes valores de Muchachada nui son incontables. En su bloque de found footage "Mundo viejuno", que comúnmente está en la línea de What's Up, Tiger Lily? de Woody Allen, hicieron un capítulo sobre el cambio de la televisión digital a la analógica que parece guiado por las ideas del détournement según las planteara Guy Debord. En otras palabras, los muchachos se apropian de una película ajena y la desvían ideológicamente para denunciar la parodia de los aparatos tecno-represivos del Estado. Y a Virilio seguro le gustaría verlo.
La revolución está siendo televisada, por suerte, y también se puede ver en YouTube. Qué viva el pixel.

Gracias a Masa por el hallazgo de este "Mundo Viejuno".

viernes, 24 de octubre de 2008

La lógica del accidente


Salí con el tiempo suficiente para llegar puntual en bondi a La Plata: iba al FestiFreak a dar una charla. Accidentes varios, fuera de todo cálculo, hicieron que llegara media hora tarde. Igual, todo bien, conceptualmente hablando: el accidente era el eje de mi charla. Más exactamente, el video como tecnología del accidente. Primero se proyectaron algunas experiencias con video que terminé recientemente: Divine SM, VHS y pin-up bud [dream]. Después, algo guiado por Virilio, Sontag, Barthes, Debord, Danto, Warhol y otros, como un marco collage, traté de defender, estimular y actuar el accidente como parte de un lenguaje audiovisual en busca de su autarquía (o de su inteligencia, que es casi lo mismo) pero no como campo separado del mundo sino como un índice (pero ya no la imagen foto/video/gráfica como índice, sino los procesos tecnológicos accidentados como indicadores de la complejidad de los desarrollos de las formas modernas del cuerpo, de los lenguajes, de las políticas, de la belleza).
Después me di una vuelta por el recital freak para escuchar el ruido de Javi Punga; y nada podía ser más oportuno que las primeras líneas de su hipercanción mdma: "la noche se entrega como un frasco de merienda, ojos de granadina se transportan a la fiesta". De ahí ejectados a la cena en Antares (¡por fin probé sus celebérrimas papas!), donde cayó el Gato medio perdido y nos dijo que iba a otro lugar a tomar algo. Y antes y después de Antares, como siempre, un paseo motorizado sin mapa por la oscuridad de la luna platense, donde el accidente es ley. Primero casi nos hacemos bolsa en una rotonda traicionera escuchando los ruidos del último normA; después tratamos de buscar el lugar del Gato y nos perdimos, pero vimos la luz gracias a un gato real con ojos de fuego que caminaba por la calle con una gallardía de perro guardián. Y ahí encontramos La bicicletería (¿o era La bicicleta?), un bar-resto que casi desafía en confort bizarro a Edgardo (71 e/ 17 y 18). Estaba en frente del C.C. Favero (117 y 40), y recordamos el accidentado recital acústico de El mató a un policía motorizado de hace varios meses, con irrupción escénica psicótica y final con pantalón roto y culo al aire. A todo esto, La bicicletería estaba cerrada pero nos dejaron pasar para ver si la pandilla del Gato aún estaba adentro. Ni huellas. Así que divagamos por ahí hasta perdernos ("No tengo idea dónde estoy", Masa dixit). Pero encontramos el norte y pasamos por el lugar platense favorito de Masa: ¡la fábrica de hielo atendida por astronautas! Otra noche en La Plata Freak: la ciudad del accidente diagonal.

martes, 21 de octubre de 2008

Chicas ruteras


Erotómano y fetichista, Russ Meyer fue el máximo revolucionario del sexo en el cine: sus primeras películas se propusieron sacar la belleza opulenta de los cuerpos desnudos de los campos nudistas, lugar donde se recluían en las primeras nudies de exhibicionismo ingenuo. Con narraciones más elaboradas, con una mayor destreza visual acuñada en su cine de guerrilla en las trincheras reales, Meyer destapó su fantasía sin pudor para sacar al erotismo cinematográfico de la puerilidad en la que todavía estaba en los ’50. Contra cualquier discurso del puritanismo estadounidense, parodiado en sus películas a través de narradores moralistas o de maniáticos religiosos, no era difícil que la temprana sensibilidad queer se identificara con el voyeurismo ilimitado de Meyer. Los melodramas lujuriosos como Lorna (1964) eran un festín para el gusto camp que prefería el gesto ampuloso femenino y el modelo de la supermujer: la idea era amplificar los rasgos femeninos no como caricatura sino como forma de volverlos totémicos, poderosos. Y ahí estaban las infinitas tetonas protagonistas de todas las películas de Meyer, descendientes directas de las pechugonas fellinianas, pero en versiones activas de heroínas de acción violentamente sexuadas, nunca meros objetos de la mirada masculina. Y de ese molde mujeril sale su clásico queer por excelencia, la película de un culto casi infinito: la road movie lésbica Faster, Pussycat! Kill! Kill! (1965). Con tres mujeres al volante, Meyer lleva el subgénero de las chicas malas a su máximo volumen sexual. La película trata de seguir la velocidad de tres mujeres a la deriva de la ruta, pero la cámara no alcanza para encorsetarlas. La más inabarcable de las tres es Tura Satana, que se convertirá en una leyenda de carne, hueso y tetas: será la dominatrix lésbica más deseada, con una gracia que será la envidia de cada drag queen que se precie. Apretada en un catsuit negrísimo, el pelo ala de cuervo y mordiendo unos cigarros de spaghetti western, Satana es una heroína marcial de glam recio que combina judo y karate para quebrar los huesos de cada persona que intente desafiar su libertinaje. Como un tajo a mitad de la década del ’60, esta película partía el erotismo tuerca y fierrero de taller mecánico, mayoritariamente masculino, hasta convertirlo en potencia mujeril. Al lado de Satana, el Marlon Brando de El salvaje y el James Dean de Rebelde sin causa eran poco más que monigotes de cuento infantil. Meyer hizo que las típicas femmes fatales de los ’40 y ’50, esas viudas negras que devoran al macho en todo film noir, salieran definitivamente del closet.
(Para leer el resto de la nota sobre el culto queer a Russ Meyer, en el último suplemento Soy).

sábado, 18 de octubre de 2008

Líneas del futuro


Acá en Córdoba, más exactamente en Cortópolis, lo que llega a dominar este festival bianual de cortometrajes, es la animación: los dibujos y muñecos conmueven con una vitalidad cinética desencajada en las pantallas del Cineclub Hugo del Carril. Pero no sólo porque hay una retrospectiva de los oscuramente cautivadores hermanos Quay y porque se presenta la próxima edición local de Anima'09; sino especialmente porque las versiones vernáculas del corto animado en la Muestra Competitiva señalan un presente y un futuro cargado de sofisticación y fuerza audiovisual.
Ham (Jamón) (Nico Di Mattia, Córdoba, 2007) y Chamuyo (Albertina Mazzini, Córdoba, 2007), dibujos animados cargados de inteligencia visual, proponen una visión minimalista y visceral de momentos de amor/odio animalizado, ambos en un blanco y negro que serpentea como barrilete recreándose en cada segundo. La legendaria Clara Confederación de Almagro (Ana Martín y Alicia Rosenthal, Buenos Aires, 2008) es stop motion virtuoso, malabar de plastilina en clave de gerontofilia circense, algo retro pero nada nostálgico. Y Los pecadores (Pablo Polledri, Buenos Aires, 2007), premiado en el FestiFreak del año pasado, es la perversa comedia de los pecados capitales dibujada como un South Park de una sola viñeta donde ocurre una breve historia carnavalesca de la aberración. Y en este mismo paquete tal vez se pueda ubicar cómodamente a Videogames (Javier Cabrera, Buenos Aires, 2008), reconstrucción del arte de los videojuegos en un recorrido aventurero y fetichista del pop visual adolescente. Game over.

lunes, 13 de octubre de 2008

Cybercafé


Unos meses atrás, nos citamos con Mónica Heller en el café La Giralda (¡qué demodé!), para resolver burocráticos temas que nos involucraban "profesionalmente". Pero en el encuentro, nuestro punto de interés terminó siendo la experiencia del video en las nuevas formas de flujo digital a través del cyberespacio. Y, con una pasión inesperada, surgió una discusión donde me deslicé en el ensayo de una argumentación, que ella resumió en su blog en una entrada de hace dos meses. Es un tema importante para mí la expansión del video digital a través de internet y la experiencia de youtube, aunque tratar de pensar sus resultados me lleva a lugares absolutamente contradictorios, que van del desprecio al placer; aunque lo que me moviliza es que me resulta poco interesante, casi despreciable, la celebración que se hace de esta nueva forma de ver como supuesta democratización del video. Para mí, en cambio, youtube tiene más que ver con uniformar y degradar las formas posibles de ver, experimentar, archivar, recordar; sin decidirme, claro, si esa degradación además provoca efectos colaterales que puedan crear algo nuevo, distinto y/o positivo, audiovisualmente hablando.
Para investigar otras voces sobre el asunto, volví a Paul Virilio, pero a algunos textos que nunca había tanteado. La lectura de Virilio me resulta terriblemente apocalíptica, algo asfixiante, casi como estar frente a esas pesadillas cronenbergianas donde la carne es lacerada por la tecnología hasta casi confundirse una con otra (no creo que a Virilio le agrade mi comparación de sus ensayos con películas; en fin, deformación cinéfila). En la tercera parte del libro La velocidad de liberación, en un texto llamado "La codicia de los ojos", encontré un párrafo que me ayudó a comprender, ampliar y complicar un poco más mi postura sobre youtube, aunque Virilio sólo se refiere a la cultura digital:
"En fin, los trabajos actuales acerca del tratamiento digital de la imagen arriban, a través de procedimientos algorítmicos de 'reconstrucción visual' necesarios para la elaboración de la visión artificial, a la conclusión de que bien podría existir una especie de energía de la imagen que tendería hacia un mínimo en el proceso perceptivo, de la misma manera que en física la dinámica de un proceso suele ser tal que evoluciona hacia un estado de equilibrio en el que la energía es la más débil posible.
Sea lo que fuera esa energía cinemática que complementaría las energías cinética y potencial, la estandarización de la visión está a la orden del día."
Más allá de lo terminal que parece para Virilio la experiencia del ojo en el contexto de las nuevas tecnologías, creo que esta estandarización de la percepción que implica la experiencia de youtube lleva a reducir la "profundidad de campo" visual, literal y metafóricamente. Aunque lo que sí no sé es si esa opulenta cultura digital como marco perceptivo terminará desembocando en la llegada de una robotización de nuestro globo ocular, como auspicia Virilio.
Por las dudas, tengan cuidado, y no sigan viendo youtube como locos porque tal vez terminen convertidos en Robby the Robot.

domingo, 12 de octubre de 2008

Oh, Good Bye My Godard


Un año después, de vuelta por Vancouver (BC, Canada), veo no sin tristeza que el local de Michael Godard, que tanta extraña alegría habíame causado, ya no existirá más. De aquella foto posteada el año pasado, queda, sí, un vestigio: el cartel tajeado todavía cuelga en el mismo lugar de la calle Grandville, pero tiene los días contados. Ni bien terminen las obras, una sucursal de Aldo, una zapatería fashion que tiene otros locales en Vancouver y alrededor del mundo, borrará la presencia de este artista sensible del rock que produce unas imágenes bastante particulares, donde las aceitunas se trepaban a las copas de Martini y también las frutillas eran diminutos seres intrépidos. Su biografía oficial todavía termina asegurando que Michael Godard es "el artista más prolífico e influyente de nuestro tiempo". En Vancouver, por lo menos, se le acabó el tiempo de influencia. Nos quedará el recuerdo.

domingo, 21 de septiembre de 2008

Puto el que lee



"Entre los sexos no hay guerra sino transformación"
César Aira
La guerra de los gimnasios

Salió el primer libro que desarrolla miradas frontales sobre la sexualidad diversa en la historia del cine argentino (increíble, a esta altura de la historia, que sea el primero). Y el Malba organizó un ciclo de películas que recorren varios momentos, muchos esenciales, que posibilitaron nuevas formas de pensar las imágenes del cine nacional.
La esperanza (o debería decir mi esperanza) es que el libro sea revelador, de una vez por todas, para los ojos pacatos y represivos, y se convierta en el punto de partida de una propuesta verdaderamente transformadora.
Veremos.

jueves, 18 de septiembre de 2008

El Finn de la Utopía en primavera


Si se lo perdieron en el último Bafici, o si quieren bises, en Cultura y media pasarán el raro compilado de cortos La lotería de Jim Finn. Esta obra inclasificable formó parte de la programación del último Bafici, que le dedicó la primera retrospectiva a este insurrecto neoyorquino que filma un tipo de falso documental libertario, poniendo en jaque la mayoría de las ruta principales del cine de los últimos años. Con sabiduría, el proyecto Convi, de Mónica Heller, armó un programa para incluir esta excentricidad de Finn, que se exhibirá el próximo domingo 21 de septiembre a las 18 hs., en el Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551.
Abajo copio el texto que escribí en el catálogo del Bafici para la introducción de la retrospectiva de Finn.

La comedia utópica
Se lloró y se celebró en partes iguales, pero ambos bandos coincidieron: 1989 marcó el fin de las utopías colectivas, muerte anunciada y deseada por el capitalismo expansivo que derribaba así los últimos muros todavía levantados para desestabilizar las democracias liberales. El comunismo apenas respiraba, el aire nuevo de la revolución se había transformado en un resoplido. ¿Quedarán huellas de aquellas revoluciones? ¿Se podrá reconstruir la intensidad de la utopía? Esas son preguntas que Jim Finn se hace en cada una de sus películas, casi como un punto de partida idéntico pero que puede derivar en las repuestas más inesperadas y desopilantes. Interesado en las formas del arte revolucionario, en las miradas y acciones que el comunismo alentó, Finn busca nudos fundamentales allí donde esta ideología se concentró en un proyecto extremo, ambicioso: la carrera por la conquista espacial de Alemania Oriental en Interkosmos, la reeducación comunitaria maoísta en La Trinchera Luminosa del Presidente Gonzalo, la práctica del cine como propaganda ideológica en Corea del Norte en The Juche Idea. Lo particular de estas tres películas es que también pertenecen al mismo subgénero: el falso documental. O, para decirlo en toda su contradicción: Finn es un especialista en el falso documental sobre la utopía verdadera. Como un Christopher Guest marxista (en la doble acepción del término: un poco Groucho, un poco Karl), Finn se mueve más bien en el ámbito del humor que se despliega sigiloso, irregular, insospechado, en general cortante y desestructurante. Sin derivar nunca en el realismo paródico, por momentos, para estos falsos documentales, la utopía y el absurdo se confabulan para crear un espacio todavía más vanguardista, más adelantado. Por eso, tal vez, la ciencia ficción esté tan presente en su cine; quizás por eso, también, la experimentación audiovisual con formas y formatos sea esencial en la trama de sus películas. Pero esta introducción al mundo de Finn quedaría incompleta si no se contempla un rasgo fundamental de su obra: la música es el lugar donde se concentra la máxima unión entre utopía y absurdo. Muchos de sus cortos son algo así como extraños videoclips de comunismo pop, y sus películas siempre incluyen coreografías musicales con un sentido epifánico. Es que a Finn no le interesa ninguna revolución en la que no se pueda bailar. Y esa es una utopía libertaria por la que vale la pena luchar.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Dreamland


Ayer, 4 de septiembre, fue el Día de las historietas. Como festejo, en el Soy publicaron mis recomendaciones de cuatro historietas sexualmente diversas (porque las historietas tienen sexo, mal que les pese a las colecciones de la biblioteca heterosexista de Clarín). Y si ya leyeron todas esas historietas diversas, mi otra opción para celebrar es darse una vueltita por Coconino County (tierra soñada, qué no daría yo porque este mundo se parezca sólo un poco más a esos paisajes encerrados en sus viñetas). Una vez que acampan en la tierra del ratón tiraladrillos, como buenos exploradores voyeurs, pongansé a espiar el universo de amour fou de Krazy Kat, diseñado por un Herriman siempre al borde de un ataque de surrealismo slapstick.

domingo, 24 de agosto de 2008

La bestia Po


Hace un par de años, una productora de Cuestión de peso, cuando todavía no estaba al aire, me llamó para invitarme a participar de ese programa-concurso donde distintas personas compiten para adelgazar. Le pregunté por qué planteaban un programa con esa lógica y una de sus justificaciones fue "porque muchas personas obesas son discriminadas". Evidentemente me enfurecí, le contesté que me parecía nefasto que traten de "corregir" el "problema" del discriminado, que el problema real era otro, y, cada vez más furioso frente a la falta de pedido de disculpas de la productora, le dije que por qué no hacían un programa para "corregir" a travestis, judíos, putos, negros, tortas, mujeres, etc., porque también son discriminadas/os. La productora, del otro lado de la línea, comenzó a balbucear, me decía que bueno, que sí, que la idea principal era la salud, etc., mil excusas para tratar de tapar la verdadera identidad del programa basada en un ideal de belleza física bastante criminal y reaccionaria. El programa, como saben, todavía está al aire y ni me caliento en mirarlo para no seguir juntando furia contra la idiotez. Este episodio telefónico fue uno de los tantos esfuerzos en mi lucha discursiva contra el fascismo saludable. Este mes cumplí con mi cuota militante a través de la crítica para El Amante de la sutil aventura animada Kung Fu Panda, protagonizada por el oso Po. Copio el comienzo de la nota.

Esopo para hedonistas
Tras serios problemas cardíacos, el filósofo Michel Onfray fue al médico. Frente a su sobrepeso y su salud quebrada, tuvo que visitar al nutricionista, y una de las primeras indicaciones que éste le dio fue que tenía que abandonar la manteca. Onfray se indignó y se negó, porque le parecía arbitrario y porque no iba a vivir sin manteca. No sólo no dejó de comer y cocinar con manteca, sino que también, como toda respuesta a la nutricionista, escribió un libro excepcional llamado Los vientres de los filósofos. Crítica de la razón dietética (1989). Ahí cuenta cómo algunos de los pensadores más influyentes de la historia tenían hábitos y costumbres alimenticias que ejercían ideológica, gustativa y pasionalmente; incluso, alguno de ellos dejó la vida por sus idearios culinarios. Kung Fu Panda es la primera película que veo que, filosóficamente hablando, sigue los caminos de Onfray.

martes, 19 de agosto de 2008

Phil Oso


Está claro que Viva La Bam es un subproducto de Jackass, y que el joven Bam Margera no le llega ni a los talones a Johnny Knoxville, principalmente porque el programa que protagoniza es más bien limitado. Pero está Phil Margera, su padre, que para mí es la persona más sexy del mundo. Por eso, la primera temporada de Viva La Bam es impagable por la sobreexposición de Phil en cueros. Evidentemente, el cuerpo de Phil es sacrificado en función de una suerte de freak show cómico de un hombre rollizo con pelo corporal profuso, pero que para mí es como ver toda la intimidad de una de las personas más obesamente hermosas que existen, cosa que ningún otro reality pudo dar porque son una repetición de starlets de publicidad. Una recomendación, el capítulo donde Phil hace de Elvis en Las Vegas es perfecto hasta lo conmovedor. Todo esto viene a cuento porque ahora este blog y yo somos parte del Fan List de Phil Margera. Y si no me creen pueden chequear en la lista de de Fans de feed phil! the phil margera fanlisting (una vez en el site, primero clickear en "Fans" y luego en "Argentina").

Espuela de osos


La cuarta edición del Vermont Bear Film Festival fue temático y estuvo dedicado a los cowboys. Hace un mes y pico, les envié un corto en video llamado pin-up bud [dream], un sueño erótico con la figura del spaghetti cowboy que interpretó Bud Spencer en películas de los '70. Mi intención era participar por segundo año de la programación del festival. El director John Scagliotti me respondió que la copia en dvd que le había enviado no se podía ver en su reproductor, así que mi corto quedaba fuera de la selección. Sin embargo, ayer me envió un mail donde dice que, gracias a que se solucionaron los problemas técnicos, el corto se pudo proyectar y tuvo una "cálida recepción". Cómo me hubiese gustado estar allí para recibir esa calidez en vivo y en directo, especialmente si venía de un par de los que asisten al festival (clickear abajo para ver los perfiles de varios osos anotados para esta edición).
ps: el link de Bear411 está anulado porque cada vez que termina un evento deslinkean a los miembros del sitio que confirmaron la presencia en el lugar. Lástima. Pero igual pueden darse una vueltita por ese sitio que hay bestias lindas para ver.

domingo, 10 de agosto de 2008

Don Gato y su pandilla


www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
Fuiste a la fiesta de la guitarra del Gato ayer?
Naza dice:
nop, no salí
Naza dice:
me cagaron y tuve que laburar hoy
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
uffffff, quería saber cómo había sido, yo me enteré tarde y no pude ir
Naza dice:
pintaba muy bien esa fiesta
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
me gustaba la idea, una fiesta para recaudar por una guitarra robada
Naza dice:
sí, está bien eso, es lo menos que puede hacerse
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
te roban algo y hacés una fiesta
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
o mejor, un recital
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
la fiesta se debería llamar Guitarra comunista
Naza dice:
jejejeje, igual no la organizó él, se la organizaron
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
que hayan sido un grupo de otra gente la que la organizó cuadra más
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
es más comunitario que hacer una fiesta para uno mismo
Naza dice:
jejejeje, posta
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
viste algún flyer en algún fotolog porque quiero subir un post al blog
Naza dice:
sí, en el de los champions
Naza dice:
y si leés el texto de santi rial es medio conmovedor
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
quiero leerlo, dónde lo leo
Naza dice:
"yo sé lo que se siente que un gran guitarrista no pueda tocar porque no tiene instrumento"
Naza dice:
ahí te linkeo, pero debe ser dchampions
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
dale
Naza dice:
http://www.fotolog.com/dchampions/39174609
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
quién es Santi Rial, me suena pero no sé de dónde
Naza dice:
escribía en el no
Naza dice:
rockero periodista
www.invenciblevulnavia.blogspot.com dice:
ah, sí, ya sé
Naza dice:
era de los perdedores pop
Naza dice:
con su hno esteban
Naza dice:
http://www.fotolog.com/losfalsete/55748930
Naza dice:
ahí tb está el flyer y hasta un video invitación (¿?) a la fiesta

sábado, 9 de agosto de 2008

Pin Art


Danny Williams era un fantasma hasta hace un par de años, cuando su sobrina, Esther Robinson, comenzó a investigar la vida de su tío y encontró las películas y los testimonios de los que conocieron a este cineasta y amante de Andy Warhol. Robinson estuvo por Buenos Aires en el último Bafici, presentando el documental que dirigió sobre su tío y algunas de las películas encontradas que Danny Williams filmó, pero nunca editó, en su tiempo de la Factory, antes de hacerse humo.
El miércoles pasado, 6 de agosto, fue el cumpleaños de Andy Warhol, y lo celebré usando un regalo que me dio Esther: un pin con la imagen de Warhol del fotograma de una película de Williams, mi más preciada escarapela pop.
Y hoy seguiré festejando gracias a que toca normA en Plasma, Piedras 1856, y seguro la banda platense cantará, a su manera, el cumpleaños feliz con la canción Warhol.
Abajo copio el texto que escribí para el catálogo del Bafici a propósito de la película de Esther Robinson: A Walk into the Sea: Danny Williams and the Warhol Factory.

El mundo del arte del siglo XX tuvo su quiebre definitivo con una invención de Andy Warhol: The Factory, o la Fábrica. Cambiando definitvamente el clásico atelier del pintor por un lugar colectivo, orgiástico y multidisciplinario, Warhol puso en crisis la idea de producción artística, afectando las nociones de obra y belleza con su pop art, que comenzaba por bautizar a su usina creativa con el nombre del espacio capitalista por excelencia. Reinventando las formas de creación grupal, la Fábrica llegó a constituirse, entre otras cosas, en un estudio de cine anti-Hollywood donde se produjeron las más insólitas películas underground, que el lúcido Manny Farber celebraba desde sus críticas tanto como a la desprestigiada clase B de la época. Desde 1963, el cine de Warhol reunió películas que muchas veces no estaban ni firmadas ni filmadas por él, sino que sólo eran presentadas, estimuladas, intervenidas y distorsionadas desde ese espacio que él posibilitó. Como se puede decir "una película de la Warner", de la Metro, de la Fox, también debería poder decirse "una película de la Warhol".
Danny Williams fue uno de los tantos amantes de Warhol y uno de los obreros más fantasmales de la Fábrica. Desaparecido misteriosamente en 1966, su rol como cineasta quedó archivado en la memoria imprecisa de unos pocos, y sus películas se esfumaron. Alrededor de cuarenta años después, su sobrina Esther Robinson comenzó una investigación sobre su tío, que la llevó a encontrar la obra perdida de Williams y a realizar un documental donde los sobrevivientes de la Fábrica discuten sobre la autoría, la realidad, la ficción y el mito: temas centrales del mundo de Warhol, pero sobre todo de la Historia del cine. Por suerte, Robinson no encuentra muchos acuerdos ni demasiadas certezas, todo se desvanece un poco en el tiempo y en las memorias, y las imágenes cinematográficas no sirven como pruebas cabales porque no quieren perder su inquietante ambigüedad. No importa, porque de todas maneras A Walk into the Sea termina demostrando dos cosas muy importantes: 1) que Warhol tenía razón, porque hasta Danny Williams tiene ahora sus quince minutos de fama; y 2) que la Historia del cine fue, es y seguirá siendo un cuento de fantasmas.

miércoles, 6 de agosto de 2008

VHS


VHS es un ensamble de descartes del basural tecno de la era del videotape, reciclaje de imágenes raspadas por miradas mecánicas, donde el tracking de la videocassettera ya no puede ejercer ninguna posibilidad de corrección. Una inversión (en sus dos acepciones: trastocar y rentabilizar en beneficio propio) temporal en la lógica de la tecnología para desplegar las capas que marcan el ruido de la superficie del video analógico. Industriales y descompuestas, residuales y desgastadas, aberrantes y rotas, las propiedades de esos fragmentos de videos añejos producen fantasmas donde se pueden ver los deseos cumplidos y no cumplidos de la identidad como parafilias colectivas, como lugares comunes, como fantasías positivas, como mitos caricaturales, como maquinaciones atrofiadas, como poses moderadas, como figuraciones enfermizas sin remedio.

VHS
Argentina, 2008
Color, 13' 28''
un video de Diego Trerotola

viernes, 1 de agosto de 2008

American Graffiti


En los múltiples homenajes por cumplirse 40 años del Mayo Francés, los graffitis que dieron voz a las paredes parisinas se repitieron una y otra vez como si se tratara de una lección escolar que había que aprender de memoria. "La poesía está en la calle" o "No es una revolución, majestad, es una mutación", eran algunas de las consignas que mancharon las paredes de esa revuelta y volvieron por estos días de nostalgia sesentosa. Pero sólo dos personas, años después y en New York, realmente darían sentido pleno a esas palabras, descubriendo las posibilidades transformadoras y poéticas del graffiti callejero: una de ellas es Jean-Michel Basquiat, la otra Keith Haring, ambos con una vida que llegó a su pico de intensidad en los '80.
Y si bien hace sólo medio siglo que nació Haring, increíblemente lo tenemos que recordar hablando en pasado: murió a los 31 años, justo cuando empezaba la década del '90, a la que le podía haber dado un giro mucho más imaginativo, más políticos, más mutante. Si conocen los dibujos, esculturas o graffitis de Haring, pero no saben las virtudes de este hombre elástico, pueden comenzar a informarse en esta nota que escribí para Soy.

martes, 29 de julio de 2008

Todos somos Po



Me llegaron las primeras imágenes de Todos somos Po, una secuela que continúa la saga de Po para recuperar su excelente performance de vitalidad rechoncha en Kung Fu Panda, la mejor película animada de la temporada.
Cast
DjBear............................................Panda Music
Gerard.........................Pegame y llamame Panda
Po..........................................................Himself

martes, 22 de julio de 2008

Genio y figura


A fines de enero de 2008 me encontré con Tsai Ming-liang y Lee Kang-sheng en Rotterdam, mientras presentaban Help Me Eros, la segunda película de Lee como director donde Tsai era productor y director de arte. Los había conocido en Buenos Aires durante la retrospectiva del Bafici 1999 cuando les hice una entrevista (aún inédita, tal vez perdida), sólo por el placer de charlar con el director y su actor fetiche. El primer contacto con su cine había sido un shock: fue en la sala Leopoldo Lugones en una retrospectiva de cine taiwanés donde proyectaban Rebeldes del dios neón (1992), su primer largometraje juntos, revelación que proponía un cine de riesgosa sensualidad urbana y un impulso cinemático renovador con influencias inusuales para una película asiática. La primera nota que escribí sobre este cineasta y su alter ego fue a partir de esa misma película, años antes de relacionar en una nota a The Hole con Goodbye Dragon Inn para un libro editado por el Festival de Gijón. Replico el texto sobre Rebeldes del dios neón, publicado originalmente por El Amante y reimpreso por la Filmoteca de Andalucía.

Made in Taipei
Muchas veces, tras el afianzamiento de un cineasta, la mirada retrospectiva hacia su ópera prima se convierte en un catálogo desafortunado de elementos que luego se sitúan en el centro de la obra del realizador. Así, la lectura de la película es como una descripción del universo precario que se construirá con mayor consistencia en películas futuras. Aunque la idea es apartarse de esta visión, que usualmente es muy asfixiante a la hora de definir el vuelo propio de una primera obra, el asunto es complicado al tratarse de Rebeldes del dios neón de Tsai Ming-liang. Sobre todo, porque esta película es el comienzo de las travesías del personaje Hsiao-kang, siempre interpretado por Lee Kang-sheng, protagonista excluyente de todas las narraciones de Tsai. Al igual que Richard Gere en la remake de Sin aliento, el personaje de Lee se transforma en esta primera película en un “surfer” glacial, que tras perder su medio de transporte (la moto), encuentra su propio modo de deslizarse por las calles de Taipei. Pero antes que una relación con esa película de Godard, Rebeldes del dios neón establece un parentesco con Los 400 golpes de Francois Truffaut, y no sólo por ser el comienzo de una saga interpretada por un mismo actor/personaje al estilo de Antoine Doinel/Jean-Pierre Léaud. (Nueve años después, en What Time Is It There?, Hsiao-kang verá un video de Los 400 golpes y se obsesionará con pertenecer a ese otro espacio/tiempo: la Francia de la Nouvelle Vague.) La relación profunda entre la película de Truffaut y la de Tsai está en una visión del relato de iniciación como la posiblidad establecer un tránsito propio, signado por el descubrimiento de la ciudad y de realidades ajenas a la familia y a la educación. De hecho, Taipei es el otro personaje principal de la película de Tsai: la ciudad se comporta como las máquinas de los locales de videojuegos que cuando termina el crédito siguen funcionando como si tuvieran vida propia. Como escribe Chuck Stephens en un artículo de 1996 en Film Comment, las inundaciones en el departamento y el ascensor que se detiene caprichosamente en Rebeldes del dios neón hacen parecer que el edificio tiene “tanta vida como sus ocupantes”. En esta película, más que en las siguientes, los largos planos generales de Tsai marcan la independencia de la arquitectura urbana; de hecho, como bien reza el título, el neón es un personaje que no sólo tiene vida sino que tiene la capacidad de crearla. Pero a diferencia de Truffaut, hay un homoerotismo* latente y la mirada de Tsai Ming-Liang sobre el animado Lee Kang-shen se parece bastante a la de Pier Paolo Pasolini sobre Nineto. En esta película, Lee persigue y espía a dos delincuentes juveniles que roban teléfonos públicos y plaquetas en un local de videojuegos. (Tsai vio por primera vez a su actor fetiche en uno de esos locales.) Esos delincuentes son los responsables de romper el espejo del taxi del padre de Lee. En la relación perseguidor/presa se duplica la visión homoerótica del realizador, porque Lee mira con esos ojos fascinados con que Sal Mineo idolatra a James Dean en Rebelde sin causa (tal vez la cita a la película de Nicholas Ray sea el verdadero sentido del título taiwanés). En una escena, Lee perpetra su venganza destruyendo la moto de uno de los delincuentes y escribe la palabra sida sobre la carrocería. Como si se tratara de una violación sexual, o de un ataque viral, Lee concreta de un modo simbólicamente infeccioso la relación conflictiva con los marginales. Esta escena señala a My New Friends, el primer documental sobre el sida realizado en Taiwán, que Tsai filmó para la TV en 1995. En la nota citada, Stephens reproduce una de las declaraciones del documental: “En la primaria, todos tienen curiosidad sobre el sexo… pero nadie tiene el temple para acercarse a una niña. Así que el sexo y la homosexualidad son dos cosas que pensamos mezcladas. Con frecuencia pretendemos que algunos de nuestros compañeros son niñas”. Lejos del cine tradicional, tanto oriental como occidental, la relación masculino/femenino en Tsai tiene algo de esa inocencia primaria con su mezlca de extraña pureza y saludable perversión, que alcanza una ambigüedad sensual y sensorial. Al revés de las películas de juventud de su colega taiwanés Hou Hsia-hsien, desde The Boys from Frengkuei (1983) hasta Millenium Mambo (2001), la puesta en escena de Tsai funciona a partir de una poética de sustracción: hay menos tendencia al dramatismo, a la estilización, a la candidez y al sentimentalismo. Por eso, más que un registro compositivo, en Rebeldes del dios neón hay una liberación contemplativa y el encuadre es más un espacio fílmico de exploración que permite a los espectadores iniciar recorridos originales. En ese sentido, es una gran película de iniciación.
*La versión que subieron al sitio de la Filmoteca de Andalucía dice homoexotismo en lugar del homoerotismo de la versión original. Es un error de tipeo pero estuve tentado en dejar esa palabra por la extraña sintaxis (homo+exotismo), pero hago honor en ese caso al texto original.