miércoles, 18 de abril de 2012

Flaming Critics

En 1996, una de las primeras veces que publicaba crítica de cine, había citado a Flaming Creatures, de Jack Smith, como influencia en John Waters, pero sin nunca haber podido ver esa película. Cinco años después, en el Bafici 2001, la película fue programada en un foco dedicado a Smith. Aunque había escrito en el catálogo, todavía no trabajaba en el Bafici, y estaba en la función del Cosmos esperando como cualquier espectador. Antes de la película presentan a J. Hoberman que iba a hablar sobre Smith y Flaming Creatures. ¡Hoberman en Argentina! Efectivamente, ahí estaba el crítico neoyorquino, mi ídolo total, el Ramone de la crítica, que fue muy importante para mí gracias a su libro Midnight Movies, escrito junto a Rosenbaum, y a sus columnas del Village Voice que leía regularmente por internet (y a veces imprimía para conservar. Solo una vez pude leer el semanario in situ, en 1998, cuando estuve en La Gran Manzana: era una crítica a The Big Lebowski, de la que todavía recuerdo fragmentos, aunque hace mucho que no la leo porque fue compilada en ninguno de sus libros y no figura en internet). Sentado en la butaca del Cosmos, aunque había esperado mucho tiempo para poder ver Flaming Creatures, antes de empezar mi mente se nubló, solo pensaba en qué preguntas le iba a hacer a Hoberman después de la película para tratar de atraer su atención. La película pasó frente a mis ojos, la vi en extasis doble, aunque tal vez no haya visto más que mi propia excitación proyectada en la pantalla, porque mi mente estaba concentrada en la cercanía espacial de Hoberman. Tras la función, hice como veinte preguntas, tratando de seducirlo, todas un poco pedantes e idiotas, para demostrar que sabía perfectamente qué era el cine under estadounidense: era el típico espectador odiado por el resto de la sala, esos que te dan vergüenza ajena. Hoberman igual mordió mi carnada, creo que fue porque le habrá dado una mezcla de ternura, lástima y/o curiosidad un idiota como yo. De todas maneras, su generosidad durante la pequeña relación que tuvimos durante esos días, terminó de manera increíble: me regalo un libro que había traído, publicado recientemente, donde compilaba textos de Jack Smith. Lo volví a ver varias veces cuando regresó al país como invitado del Bafici; nos cruzábamos y cambiamos algún que otro comentario, yo tratando de pasar como un colega y disimulando mi nervio de fan absoluto. Hace unos años, con dos amigos, Agustín Masaedo y Pablo Marín (AM/PM), se nos ocurrió escribirle para publicar una compilación de sus ensayos y críticas en español por primera vez. Hoberman respondió encantado, que daba permiso, etc., etc., generosidad al taco como siempre. Fue difícil conseguir hacerlo, pero gracias al Bafici y Juan Manuel Domínguez, este año reflotamos el proyecto y acá está, el librazo que incluye algunas de las mejores críticas y ensayos sobre cine como Películas malas y Modernismo vulgar. También, para acompañar el libro, volvimos a proyectar Flaming Creatures en el Bafici y me tocó presentarlo a él antes de la película. Cuando llegué a la sala para preparar la presentación, Hoberman me dijo que recordaba que yo había estado en la proyección anterior, hacía once años. Eso de recordarme me hizo llorar, soy así de melodramático para los pequeños detalles.
La presentación del libro era unos días después y también fui convocado para estar en la mesa. Y fue un pico sísmico, colapsaron todas mis terminales nerviosas, pero también fue uno de los grandes momento de mi vida: Hoberman se rió a causa de mis chistes durante la presentación y ahora encuentro que alguien captó su sonrisa con un ojo generoso en el momento preciso, perfecto (ver foto arriba). Gracias, Jota, por tanta generosidad crítica.

martes, 10 de abril de 2012

Top Five Femme


Si me piden cinco imperdibles del Bafici, son estas que enlisto abajo, todas dirigidas por mujeres: es que estoy un poco feminista para la cinefilia (y de paso también recomiendo el foco completo de Narcisa Hirsch, un lujo de esta edición del festival).

Voluptuous Sleep de Betzy Bromberg o cómo pasear por la oscuridad onírica y salir con un tesoro brillante, casi, casi enceguecedor, pero más bien tributario de la lucidez de la experimentación introspectiva (si se perdieron la exitosa retrospectiva de Bromberg de hace unos años ahora se pueden empezar a poner al día).

Tomboy de Céline Sciamma o cómo un relato de iniciación se convierte en el retrato más luminoso, a fuerza de energía y luz solar, de alguien que tiene pecas tornasoladas (si quieren, el viernes podrán seguir leyendo lo que escribí sobre esta película para el Soy)

Teat Beat of Sex de Signe Baumane o cómo "las posibilidades del dibujo animado son tantas como las del sexo, lo que transforma a su cine en un Kamasutra en movimiento, con velocidad de cartoon y un estado de fantasía contra toda represión" (citando a la nota que escribió mi buena amiga Lia Drago en Las 12, nota en la que recomienda otras películas de minas copadas y lujuriosas).

Cinema Komunisto de Mila Turajlic o cómo es la historia de un país desaparecido (Yugoslavia) que perdura a través de un cine de energía bestial, tanta como la del estricto cinéfilo Tito (hay cameos de Welles y Hitchcock y es la película en la que más nazis mueren de la historia del cine)

Sibila de Teresa Arredondo o cómo hacer un retrato ideológico entre la cercanía y la lejanía, de una de las personas más complejas y desconocidas de la lucha latinoamericana, la mujer chilena evocada en el título, encarcelada en Perú durante quince años por estar sospechada de relacionarse con Sendero Luminoso.