martes, 26 de enero de 2010

Calvinista


Despacio, en los tiempos libres de mis obligaciones estivales, me distraigo con las páginas del Looking for Calvin and Hobbes de un tal Nevin Martell. No es un libro extraordinario, pero la idea de reconstruir la historia de Bill Watterson, "el Salinger del cómic", que no da entrevistas hace veinte años, es bien interesante. Estuve a punto de tirar el libro a la basura cuando el sopenco del autor, en la página 71, deja ver que no le gusta George Herriman, creador de Krazy Kat, una de las influencias capitales en Watterson. Sin embargo, seguí adelante porque el libro me permite recordar, y sentir deseos de releer, algunas de las historietas de Calvin & Hobbes. Homicidal Psycho Jungle Cat (¿hay mejor título para un libro?) o The Calvin & Hobbes Tenth Anniversary Book, cariñosamente prologado y comentado por Watterson, son dos libros que cada tanto empiezo a releer y no paro hasta el final, son más adictivos que el Mantecol. Cuando volví a hojear aquel último se me cayeron unas fotocopias de unos intentos, hace más de diez años atrás, de hacerme una remera con Calvin & Hobbes (a los veintipico vivía pensando en hacerme remeras de cualquier cosa que significara algo importante en mi vida, sólo llegué a concretar una, la ampliación de la tapa del vhs de la película Barón sangriento de Mario Bava). El estampado de esa futura remera iba a ser un montaje de tres imágenes de diferentes historietas -un Calvin de una, un Hobbes de otra, y un globo con una frase de otra distinta-, y fue realizado en un kiosco donde trabajaba y tenía una fotocopiadora a mi disposición. Para mí esa nueva viñeta resumía con simpleza la utopía calvinista, en palabras del tigre: "Live and don't learn, that's us."
Mal aprendidos, eso es lo que fuimos, somos y seremos; y sí, así vivimos.

domingo, 10 de enero de 2010

¿Qué debes hacer con una botella de hiperespacio?


"No pierdes tiempo en abrir la caja y empiezas a arrojar al suelo una envoltura tras otra de telgopor, hasta que encuentras la botellita redonda.
La miras un largo rato aunque, por supuesto, no hay mucho que ver. La cosa resulta desconcertante. ¿Cómo puedes estar seguro de que no contiene más que aire?
Cuando te dispongas a usarla, quizá descubras que se trata de un fraude. O, por lo que sabes del profesor Zinka, tal vez sea más poderosa de lo que dice la carta. En lugar de llevarte suavemente por encima de las copas de los árboles, podría transportarte a la estratósfera, donde morirías por falta de oxígeno.
¿Qué debes hacer con una botella de hiperespacio?

Si la abres para demostrarte que no contiene nada pasa a la página 81.

Si decides guardarla, pasa a la página 88."

Packard, Edward, El hiperespacio, Colección Elige tu propia aventura, N° 21, Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1992. Ilustración de Anthony Kramer.

sábado, 9 de enero de 2010

Soy tu nena


En el último ejemplar de Soy pueden leer mi obituario-declaración de amor para El Gitano, el rey de la canción en robe de chambre. Y acá pueden leer el texto de Pola, con la promesa de que pronto oficiaremos de anfitriones en un karaoke sándrico.

martes, 5 de enero de 2010

Regalo de Reyes: Tacle papal


Me hice adicto al video casero protagonizado por Susanna Maiolo, la mujer que saltó ilegalmente la valla para abrazar al papa y le hizo un tacle en la última misa navideña en el Vaticano. Acá hay un video donde, supuestamente, a fin de 2008 quiso hacer lo mismo pero la agarraron antes. La demencia genial de esa mujer superó dos veces la seguridad vaticana. Es un gag perfecto, el momento en que la Maiolo agarra la sotana del papa y lo tira al piso está casi al nivel de un slapstick de las mejores escenas de la saga La pistola desnuda, que se caracteriza por hacer gags con el papa.
Les aseguro que miré muchos videos distintos, buscando otros puntos de vista, que no hay muchos, y este que postié arriba es el mejor que encontré. Si conocen algún otro bueno, avisen.

lunes, 4 de enero de 2010

Adiós, Roberto


Roberto Sánchez Sandro (1945 - 2010)

“Nos gusta la primera época de Sandro, cuando estaba con Los de Fuego. Creemos que Sandro, junto con algunos más, fue el precursor del rock en la Argentina. Muchas veces se habla de Litto Nebbia o de Tanguito, pero Sandro ya tenía ocho años de rock and roll encima. ¿Por qué borrarlo como si no existiera?”
Federico Moura

PS: Lo mataron de nuevo con un título: "Murió Sandro, una leyenda viviente de la música argentina" Ahora, lo único que falta para matarlo otra vez más es que "Viva una estatua viviente de Sandro".