Muchas veces escribí sobre John Waters, sobre su cine anarcosexual ubicado en Baltimore, sobre el valor de sus películas insurrectas. Pero nunca me había dedicado a exponer con detalle algunas de las virtudes viciosas de Pink Flamingos, mi película favorita de la Historia del Cine. En la nota que escribí para Soy esta semana van a poder leer algunas de las apologías más horribles que se puedan hacer sobre la obra maestra de este gran Anarquista Anal. Y si no vieron aún Pink Flamingos, y creen estar preparados para eso, la dan un par de veces en el malba. Y después, a seguir mamando.
1 comentario:
La nota de SOY es genial.
Dan ganas de volver a ver la peli.
Abrazo.
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