Ahí nos escracharon en acción a Agustín y a mí, en el flog de Sr. Tomate, cantando y pogueando la lírica onírica de Crisis energética en el Club de Correos (circa cuatro de la matina). En ese momento volaba de fiebre gripal (que soportaba gracias a varias botellas de cerveza y otras sustancias), pero me sentía feliz gracias al triplete platense de recitales. Ahora, como dice la sabia frase hecha, nadie me quita lo bailado.
1 comentario:
tapa de tu primer novela
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