sábado, 24 de noviembre de 2007

La crónica marcha 2: Like a Rolling Stone


En el recital-performance-electrónico de Blitto-Not Poet-Remolon la situación era multitudinaria. Ellos cantaron un cover poderosamente destructivo de Music de Madonna: Music makes the people come together, gritaban en una versión traducida que no memoricé aunque no me puedo olvidar el frenesí que pusieron en el revolcón por el escenario mientras trituraban las melodías de la virgencita queer-pop. Y la gente confirmaba la sabiduría de la letra al aullar celebrando el delirio teatral y glam de Blitto & Cía: es que ya se había prendido la mecha de la diversión y todo iba a explotar. Lo que no estalló fue el conflicto. Se habían tomado decisiones para prevenirlo. Por ejemplo, el complejo vallado en frente de la Catedral se volvió a repetir desde que hace varios años algunos activistas glbt graffitearon las paredes de la iglesia. Y, a partir de ese hecho, grupos de derecha homofóbicos iban a vigilar el santo edificio para que durante nuestra permanencia en Plaza de Mayo no nos acerquemos. Este año el vallado parecía algo ridículo porque la catedral ya había sido pintada con graffitis en alguna otra marcha anterior: el más sobresaliente era "La iglesia que ilumina es la que arde."

Cuando terminaron los recitales crucé la plaza para saludar a amigas/os, conocidas/os, alumnos/as, exalumnas/os, etc. Entre los primeros me encontré con Rafa y le mostré que llevaba el pin de Homoxidal 500, que él me había regalado hace como cinco años. Homoxidal 500 era un fanzine Homocore que el propio Rafa dirigía, distribuía, escribía, etc.; y fue una verdadera revolución porque perfiló una escena punk-rock-queer en Buenos Aires. Para mi tristeza, Rafa me dijo mientras señalaba mi pin: "Eso ya es vintage". Aunque el fanzine no salía hace tiempo, yo no quería darlo por muerto, porque de hecho nunca tuvo una regularidad, su continuidad dependía de los tiempos hormonales-creativos de Rafa. Pero ahora él mismo lo había sepultado con una sola frase. Y la tristeza duró hasta que él me respondió a mi frase rutinaria "¿En qué andás?": la respuesta fue un volante rosa con un dibujo de dos tipos made in Tom of Finland chuponeándose con una lengua Stone clavada en la nuca de uno de ellos (era, dicho de otra forma, un beso de lengua al cuadrado). Además del dibujo había un pedido en el volante: se busca cantante rolinga puto (pedido que sigue haciendo en un fotolog, que tiene links a varias canciones ya grabadas). Me di cuenta que Rafa me había mentido: Homoxidal 500 no desapareció, se convirtió en una banda en formación, en otro proyecto ruidoso de Rafa. Nada se pierde, todo se transforma. Avanzamos.

Y, como el movimiento (lgtb) se demuestra andando, la marcha comenzó a dejar atrás la Plaza de Mayo para ir rumbeando a la Plaza Congreso. Rumba, samba, mambo, disco: este año había más camiones, más música, más djs, más gente. Era un horizonte de diversidad sexual coreando músicas mezcladas, pero no remixes, sino una inexplicable amalgama de ruidos, desde bocinazos hasta música electrónica, desde la marcha nupcial hasta gritos y aplausos rítmicos. Eramos un canto rodando por la avenida. La música hace reunir a la gente, al burgués y al rebelde, canta Madonna. Pero también al ángel y al demonio, porque el infierno era el cielo más encantador esa noche musical. Y el coro de sant@s ya ardía en llamas. Sí, claro, a esa altura de la noche la mecha encendida ya había alcanzado la pólvora. Boom.

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