martes, 29 de marzo de 2011

Ocho a la deriva


Un atado de recomendaciones Bafici, que se ampliarán en notas futuras. Por ahora se dejan de lado las películas de la competencia internacional, de focos & retros, y todas las argentinas, estén en la sección que estén.

SEPARADO!, de Gruff Rhys y Dylan Goch
Se sabe que las raíces galesas germinaron en varios lugares del sur argentino. Lo que no sabíamos, y nos venimos a enterar con este road movie documental, es que Gruff Rhys, el tipo delante y detrás de los Super Furry Animals, vino a buscar algún pariente por estas tierras, y que de paso filmó su camino alucinado entre el videoclip de cotillón (ese que vuela ruidoso cuando explota la piñata) y la búsqueda autobiográfica testimonial, siempre con esa misma zarpada libertad con que suena su banda. También, como parte de su extraña gira solista, se mandó una serie de recitales muy estimulantes, que perdérselos sería haber desperdiciado una alta posibilidad de encontrar la banda sonora para nuestra dosis de pequeña felicidad diaria.

THE TERRORISTS, de Thunska Pansittivorakul
Prueba de fuego baficera: un tipo inventa una película para redefinir el terrorismo, anclado en Tailandia pero con proyección global. Comunismo y porno, relatos folclóricos y documental, revisión histórica y registros urgentes: todo en un mismo torbellino indefinible bajo cualquier criterio, reunido por otro tailandés de nombre casi impronunciable que agita para intentar que la censura de su país no siga aniquilando la potencia del mundo y del cine. A ver quién se la banca.

MAMMUTH, de Benoît Delépine y Gustave Kervern
Depardieu motorizado en road movie tan original como Aaltra, el primer trip rutero de la dupla de desequilibrados Delepine & Kervern. Acá también hay fetichismo por las motos, absurdismo y rarezas de complicada nomenclatura, pero igual todo desemboca en un sentimentalismo genuino, directo, sinvergüenza. Hay, además, una pasión exhibicionista por la panza y la melena de Depardieu, invencibles y autobiográficas, y por su “nariz para oler trufas”, que sumadas a la energía extraña de Miss Ming y su arte volado, no permitirán que nadie salga careta del cine.

KATKA, de Helena Trestíková
La del título es una heroína heroinómana que vive en las calles de Praga, y a quien la cámara lúcida de Trestíková siguió durante los últimos quince años para dar un retrato documental que no solo no es simplista (como mucha pintura apurada de la vida marginal) sino que atraviesa estados de una intimidad extrema y desoladora, donde la contradicción y la incomodidad retratadas son una forma sabia de profundizar en los mecanismos sociales más que una mera provocación. Pocos casos como el de esta cineasta checa, una mirada omnipresente que nunca vigila, sino que es una vigilia por y desde los márgenes.

Un artista cartonero secundado con esa particular mirada realista del cine rumano que encuentra la ironía cotidiana en cada encuadre. Con su Art Brut de collages callejeros, el ciruja borracho protagonista es un Lazarezcu cualquiera que crea películas en cartones, con una tijera y con revistas viejas, para terminar descargando su estética trash pop sobre el mundo del arte, con una alta dosis de tensión necesaria como para incomodar mientras deslumbra. Polaroids de locura extraordinaria.

CURLING, de Denis Côté
En wikipedia dicen que el curling es un deporte de precisión, y algo muy parecido a eso se puede decir de esta nueva película de Côté, donde afila la puntería para arrimar una comedia afectada a un drama romántico, en su retrato de esos personajes desheredados de encanto convencional, algo glaciales, que derriten sus días entre las nieves eternas canadienses. Un cine narrativo sólido, sin dobleces ni trampas, que se potencia con esa sensación que se respira en las historias que logran una densidad climática gracias a saber administrar la emoción, el humor y la tristeza contenidas.

ABUELOS, de Carla Valencia Dávila
Ensayo autobiográfico en una frontera donde el diario familiar crea las historias de un par de abuelos que parecen reescribir el realismo mágico o la gesta revolucionaria, siempre con un pie en una realidad movediza que se bifurca hasta generar juegos de simetrías de ecos inabarcables, espejos frente a espejos. Además, el laberinto de la parentela de la directora sirve para explorar (pareciera que sin querer) las caras y contracaras que definieron parte de la historia estética y política de Latinoamérica durante el siglo XX. Cine en primera persona del singular y del plural.

Mockumentary y rockumental, dos género hermanos que se dan la mano otra vez, ahora para engañarse mutuamente en una biografía apócrifa de un pionero del rock’n’roll uruguayo que avanza a fuerza de pisotear todos los tópicos charrúas. Una farsa tan real que hasta existe un disco con las canciones creadas por el músico ficcional (y se escucharán en el Bafici gracias a que Leo Lagos y su banda The Supersónicos vienen en jet desde Montevideo). El texto del catálogo (acceden con un click en el título de la película) viene con un juego de sopa de letras incluido, donde están amalgamadas 11 películas uruguayas.

4 comentarios:

Nacho dijo...

Gracias por las recomendaciones... Una preguntita, las pelis vos ya las vistesssss???

Diego Trerotola dijo...

Efectivamente, las vi, no recomiendo nada que no haya visto, a no ser que lo aclare. Es verdad que como programador del festival igual no se alcanza a ver todo, pero las que destaco es porque son películas que me gustan mucho. Abrazo.

Do You Remember me? dijo...

Thanks for recommend my film.

Diego Trerotola dijo...

Your welcome, Mr. T. You're a great filmmaker.
Last year I wrote a piece about Reincarnate. Link here:
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-1294-2010-03-29.html
All the best,
dt