Vicio y versa. Toda una década (la del 70) y muchas políticas del cuerpo, del deseo, del género y del sexo que pasaron, por atrás y por delante, de dos películas, Performance (1970) y No se puede parar la música (1980). En 1968, Mick Jagger empezaba a filmar la que iba a ser su primera película de ficción, Performance, una suerte de gangster film psicodélico, con todo el mix de géneros y la tendencia a la orgía pansexual que unos años después, cuando la película se estrenase, se bautizaría glam rock. Los seis Village People, surgidos casi una década después en 1977, se insertaron como señaladores en las últimas páginas de la Era Disco con su estética de espejo de gimnasio macho man artificiosa post-glam que explotaría en No se puede parar la música. Sobre la performance de Mick y las coreos del sexteto disco hay algo en el suplemento Soy de esta semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario