jueves, 15 de mayo de 2008

La Rabia continúa


En el camino de restituir el valor crítico del sexo y la violencia, Albertina Carri se adentra en la experiencia onírica que el cine libre debe recuperar. Gracias a La Rabia, los sueños que dan razón al cine producen monstruos. Esos monstruos que horrorizan sólo porque habitan en nuestro interior y que sólo algunos reconocen como parte de nuestra cultura y nuestra barbarie. Aunque los sigan evitando, siempre hay un bisturí inteligente, como el de Carri, que nos extirpa y nos enfrenta a toda la primitiva densidad de nuestros sueños más monstruosos.
Fragmento de mi crítica a La Rabia publicada en El Amante N° 192, mayo de 2008.

No hay comentarios: