miércoles, 11 de diciembre de 2013

Sangre Post-Punk


I.
El mito cuenta que una noche Mary Shelley hundió una pala en sus sueños para desenterrar su fantasía de profanación y dar vida a un monstruo, que la deformación pop le adosaría el nombre humano Frankenstein. Y lo que en realidad terminó creando con esa novela que extendió su ensueño fue el relato gótico y romántico de la resurrección de la imaginación para encarnar en un fetiche hecho de fragmentos que se multiplican, que crean una serie. Con su práctica de reciclaje del mito de Prometeo, Shelley hizo modernidad, en un sentido muy denso de esa palabra monstruosa.

II.
El ensayista André Bazin encuentra “en el origen de la pintura y de la escultura el 'complejo' de la momia”, porque si “la muerte no es más que la victoria del tiempo”, entonces poder “fijar artificialmente las apariencias carnales de un ser supone sacarlo de la corriente del tiempo y arrimarlo a la orilla de la vida”. Bazin creía que el cine perfeccionaba esa misión momificadora, redentora, de conferir vida eterna y comparaba la invención de la fotografía con el Santo Sudario, donde se imprimió el rostro de Cristo pintado con su propia sangre. Huellas de lo real eternizadas. La momia y Cristo: monstruos inmortales y patronos de las representaciones perennes.

III.
La última obra de Romina Iglesias evoca una escena de Sangre de la tumba de la momia (traducción literal de Blood from the Mummy's Tomb, 1971). Su operación es profanar una película y sobre ella apoyar su lienzo como un sudario de la era digital, donde derrama sangre de acrílico y píxeles. A partir de ahí, todas las imágenes apropiadas del punk y su revolución indumentaria se tiñen de la estridencia del ruido visual de los ochenta (¿alguien dijo post-punk?) para dar vida nueva a posers de jpg, a fotogramas de una revolución digital, que estallan en láminas luminosas. Porque si algo hay en esa anarquía de colores en los retratos de Brasa es una luz tóxica y descompuesta por un prisma insurrecto; una luz constante pese a que los candelabros sean de clase b o las joyas tengan brillo de bijou de utilería. Porque cuando una heredera de Shelley le roba el fuego a Prometeo, las alucinaciones que provoca encandilan como una hoguera.

Diego Trerotola


BRASA
de Romina Iglesia 

Apertura Miércoles 11 de diciembre de 2013, 20 horas

Galería Casa Brandon
Luis María Drago 236
CABA

Curaduría Diego Trerotola
Música Diosica De La Gente

No hay comentarios: