miércoles, 19 de junio de 2013

Amor de mujer mutante

No entiendo cómo fue, quién tomó la decisión, si fue un impulso personal o un regalo de mi madre o padre, pero junté figuritas de She-Hulk y Spider-Woman contra los super-villanos. Ese es, de hecho, el primer álbum del que tengo memoria, allá cuando recién empezaba la década del 80. En esa época como ahora, las figuritas tenían una tendencia sexista, había para nenas y otras para varones, Sarah Kay o Súper fútbol, Frutillitas o El auto fantástico. El tema es que, pensándolo ahora, este álbum de superheroínas era más bien ambiguo, calificaba para ambos géneros, tal vez haya sido una de las pocas colecciones unisex de esa década, sacando los álbumes educativos editados por las revistas infantiles. Creo que gracias a ese álbum tengo alma de mujer mutante. Como sea, el tema es que me enamoré de ese álbum y especialmente de She-Hulk. La abogada Jennifer Walters, que se transforma en la gigante verde por la donación de sangre de su primo Bruce Banner, tuvo el don de haber elegido ser dibujada por John Byrne y allí inició un diálogo con el historietista  (esto es literal en The Sensational She-Hulk) donde la aventura y el humor tienen la misma dimensión salvaje. Cuando me invitaron a dibujar para la muestra colectiva Una vida más de la Historieta Argentina, me acordé de ella y decidí incluirla junto a otros superhéroes, emulando un poco el fanatismo infantilista de Daniel Johnston por Capitán América para crear una súper-comunidad que comparta el sentido de la comedia demente, mezcla violenta e inmadura de realidad y ficción, que tiene She-Hulk. Si van a la muestra del Centro Cultural Recoleta entre el 20 y el 23, van a poder ver mi dibujo.

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