viernes, 24 de octubre de 2008

La lógica del accidente


Salí con el tiempo suficiente para llegar puntual en bondi a La Plata: iba al FestiFreak a dar una charla. Accidentes varios, fuera de todo cálculo, hicieron que llegara media hora tarde. Igual, todo bien, conceptualmente hablando: el accidente era el eje de mi charla. Más exactamente, el video como tecnología del accidente. Primero se proyectaron algunas experiencias con video que terminé recientemente: Divine SM, VHS y pin-up bud [dream]. Después, algo guiado por Virilio, Sontag, Barthes, Debord, Danto, Warhol y otros, como un marco collage, traté de defender, estimular y actuar el accidente como parte de un lenguaje audiovisual en busca de su autarquía (o de su inteligencia, que es casi lo mismo) pero no como campo separado del mundo sino como un índice (pero ya no la imagen foto/video/gráfica como índice, sino los procesos tecnológicos accidentados como indicadores de la complejidad de los desarrollos de las formas modernas del cuerpo, de los lenguajes, de las políticas, de la belleza).
Después me di una vuelta por el recital freak para escuchar el ruido de Javi Punga; y nada podía ser más oportuno que las primeras líneas de su hipercanción mdma: "la noche se entrega como un frasco de merienda, ojos de granadina se transportan a la fiesta". De ahí ejectados a la cena en Antares (¡por fin probé sus celebérrimas papas!), donde cayó el Gato medio perdido y nos dijo que iba a otro lugar a tomar algo. Y antes y después de Antares, como siempre, un paseo motorizado sin mapa por la oscuridad de la luna platense, donde el accidente es ley. Primero casi nos hacemos bolsa en una rotonda traicionera escuchando los ruidos del último normA; después tratamos de buscar el lugar del Gato y nos perdimos, pero vimos la luz gracias a un gato real con ojos de fuego que caminaba por la calle con una gallardía de perro guardián. Y ahí encontramos La bicicletería (¿o era La bicicleta?), un bar-resto que casi desafía en confort bizarro a Edgardo (71 e/ 17 y 18). Estaba en frente del C.C. Favero (117 y 40), y recordamos el accidentado recital acústico de El mató a un policía motorizado de hace varios meses, con irrupción escénica psicótica y final con pantalón roto y culo al aire. A todo esto, La bicicletería estaba cerrada pero nos dejaron pasar para ver si la pandilla del Gato aún estaba adentro. Ni huellas. Así que divagamos por ahí hasta perdernos ("No tengo idea dónde estoy", Masa dixit). Pero encontramos el norte y pasamos por el lugar platense favorito de Masa: ¡la fábrica de hielo atendida por astronautas! Otra noche en La Plata Freak: la ciudad del accidente diagonal.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

dato anecdótico a propósito del mítico/épico recorrido platense.
se corre un rumor desde hace bastante tiempo, a saber: edgardo, el del "restó" donde conviven, abarrotados, animales embalsamados con camisetas de gimnasia y demás objetos inconexos, sería el suegro de Marky Ramone. no sé si es verdad, pero es realmente simpático pensarlo. La imagen, entonces, es Marky y Edgardo, entre los objetos antes mencionados, comiendo milanesas (plato típico, y único, del lugar en cuestión). Inigualable. Le gana al hombre de la barra de hielo (otro de nuestros próceres locales). definitivamente.

Diego Trerotola dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego Trerotola dijo...

Marky Ramone debería estar embalsamado en lo de Edgardo, especialmente por usar peluca. Para mí Marky es como un muñeco imitación de los Ramones, como un extra de un videoclip de la banda, siempre me pareció como un seudoramone, un personaje de cartoon. Igual todo bien.
Pero me saqué cuando en estos días, Converse lanzó unas zapatillas Ramones en Argentina y lo trajeron a Marky diciendo en la gacetilla oficial del evento que era el "único integrante vivo de la banda". ¿Qué? Y Tommy, que le enseñó a tocar la batería a ese desperdicio. Me suena que Tommy, que fue uno de los fundadores de Ramones, le dijo que no a Converse y por eso lo mataron en una gacetilla. O tal vez murió Tommy y nunca me enteré.

Anónimo dijo...

tal vez descansa él, embalsamado, en la fonda misteriosa. quizás muerto por marky en ataque de necesidad de gloria (y la gloria se conquista, muchas veces, embalsamando a los que son mejores).
sí, marky es un problema...
segunda anécdota simpática que lo involucra (pasó a ser cási nuestro prócer, insólitamente). pues bien: candidato k de baja estatura política (el más bajo entre la numerosa oferta, poca prensa, poco recorrido barrial, poca camioneta), en intento desesperado por captar a la juventud diagonalera, cito al Ramone en cuestión y a la prensa (según parece Marky fue llevado engañado, en vistas a posible festival). Acto seguido, cinta cortada, La plata tiene su plaza The Ramones. 7 y 38. Más gracioso aún si se conoce la plaza, que viene a ser como rectángulo cortado con avenida, rositas, calesita y pérgola (más anti ramones imposible)

Diego Trerotola dijo...

M.A.:
Gracias por la nueva versión del affair Marky en La Plata, yo había publicado una entrada al respecto el año pasado:
http://invenciblevulnavia.blogspot.com/2007/11/i-wanna-be-your-dog.html
Y nunca más traté de encontrarla. Ahora que me das la precisa de la ubicación, la próxima noche plantense la busco. Abrazo.