
Cada vez que me convocan para actuar en alguna película, el papel que me ofrecen se perfila para el lado del escándalo sexual, exhibicionista, lujurioso. ¿Tendré cara de actor/actriz porno ideal para el cumshot? ¿O tendré, y no me di cuenta, el physique du rôle apropiado para ser sexual y fotogénicamente excitante para las cámaras? No lo sé, y tampoco me atrevo a preguntarle a nadie estas estupideces; aunque la ignorancia nunca me paralizó, y por eso siempre estoy listo para mi primer plano (o para mi "plano quirúrgico") cuando el deber queer llama a mi puerta o, lo que es mejor, cuando me puertea. Por ese llamado, me resbalé por algunas noches lubricadas de delírium trémens en el Safo de Goyo Anchou y junto a El mendigo chupapijas de Pablo Pérez. No me arrepiento para nada.
Ahora, ambas y juntas (son dinamita) se proyectan en el Ciclo Puto Amor, todos los domingos de octubre (todavía quedan tres) en el ArteCinema, Espacio Incaa Km 3, Salta 1620, Constitución.
PS: No crean que el de la foto soy yo. Ojalá, pero es el gran actor Mosquito Sancineto, que me acompañó por las inolvidables noches de Safo.