domingo, 12 de octubre de 2008

Oh, Good Bye My Godard


Un año después, de vuelta por Vancouver (BC, Canada), veo no sin tristeza que el local de Michael Godard, que tanta extraña alegría habíame causado, ya no existirá más. De aquella foto posteada el año pasado, queda, sí, un vestigio: el cartel tajeado todavía cuelga en el mismo lugar de la calle Grandville, pero tiene los días contados. Ni bien terminen las obras, una sucursal de Aldo, una zapatería fashion que tiene otros locales en Vancouver y alrededor del mundo, borrará la presencia de este artista sensible del rock que produce unas imágenes bastante particulares, donde las aceitunas se trepaban a las copas de Martini y también las frutillas eran diminutos seres intrépidos. Su biografía oficial todavía termina asegurando que Michael Godard es "el artista más prolífico e influyente de nuestro tiempo". En Vancouver, por lo menos, se le acabó el tiempo de influencia. Nos quedará el recuerdo.

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