viernes, 3 de septiembre de 2010

Kontra Kultura


El día de la historieta lo festejo con lo mejor: el circo de amour fou de Krazy Kat, al que le dediqué una nota sobre su impronta queer en el suplemento Soy de ayer nomás. La excusa, además, fue que la historieta de George Herriman cumplió cien años el 26 de julio pasado: y mirando la potencia de cada dibujo, de cada globo, no se puede creer que el radical mundo de Coconino County, poblado por una fauna más que excéntrica, haya podido desarrollarse por más de cuarenta años en los diarios, abofeteando con ideas vanguardistas cada despertar, desde el episodio de la tira diaria del Te de Tigre (supuesta alegoría sobre drogas recreativas) hasta conmover con ideas de metahistorieta en las páginas de un domingo cualquiera. Y recomiendo un libro que, por primera vez, reproduce en tamaño original algunas de las páginas dominicales de Krazy Kat, es el libro más grande que tengo, física y artísticamente hablando, una celebración que tiene el peso específico de un ladrillazo de amor en el marote. Zip. Pow.

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