miércoles, 12 de septiembre de 2007
Osofilia
De niño explotaba de felicidad cada vez que podía abrazar a un oso. Cuando creció no pudo abandonar la maldita costumbre.
Y así estamos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
‹
›
Inicio
Ver versión web
No hay comentarios:
Publicar un comentario